Torra se pega un hostión en su tour americano

No le dejaron hablar en el Instituto Luther King y su conferencia se convirtió en una charla de máster postgrado con un reducido auditorio de estudiantes.

Torra se pega un hostión en su tour americano
Torra se pega un hostión en su tour americano

Quim Torra se ha ido a Estados Unidos a expandir su evangelio separatista y, lejos de ser aclamado y abrazado en la Universidad de Stanford (California), se ha llevado el chasco monumental por el desinterés brutal que ha generado su discurso.

Un séquito celestial de 13 personas para tapar el fracaso

Si lo que pretendía Torra era externalizar el conflicto catalán para ganar adeptos en California, ha fracasado estrepitosamente en el intento. No le han hecho ni puñetero caso. Y no es la primera vez que Torra se va de tourné por Estados Unidos, con su corte celestial de asesores (trece personas esta vez), a cuenta de los bolsillos de los contribuyentes catalanes (independentistas y no independentistas). 

Se anunció previamente que Torra había sido invitado a pronunciar una conferencia en el Instituto Martin Luther King. Pero ni hubo conferencia (sólo fue una charla ante estudiantes) ni el Instituto Martin Luther King aceptó ligar su prestigio a la presencia en sus instalaciones del líder separatista catalán. Mientras el séquito de Torra bombardeaba las redes sociales con imágenes de Torra en plan estelar por tierras norteamericanas, sus anfitriones no consideraron noticiable la presencia del president por esos lares.

El separatismo no se come un colín en USA

La Universidad de Stanford ha pasado olímpicamente de Torra en sus medios oficiales. Ni en su páginas web ni en las cuentas de sus redes sociales. Torra, sencillamente, no es noticia. No interesa a nadie en Estados Unidos. Aunque su chica de confianza, Miriam Nogueras, afirmara en las últimas horas que el separatismo "está ganando la batalla internacional", lo cierto es que en Estados Unidos el movimiento sececionista catalán no se ha comido un colín. Igual Nogueras se refiere a Senegal o a Islas Caimán.

Ni hubo presentación y anuncio previo, ni un compendio de lo que dijo después de su intervención. Ni siquiera su anfitrión, Clayborne Carson, ha considerado oportuno reflejar en sus cuentas en redes sociales la presencia de Torra. Impacto cero. 

Los medios de comunicación no le han hecho ni caso

Tampoco ha tenido eco Torra en los medios estadounidenses. Ni en los grandes ni en los pequeños. Torra no existe, y el conflicto que se ha generado entre Cataluña y España no interesa más allá de sus propias fronteras. Torra esperaba que estudiantes, intelectuales y medios de comunicación norteamericanos cayeran rendidos a sus pies ante la escandalosa injusticia que sufre Cataluña a manos de una España despiadada y cruel. Ni caso. Si en Estados Unidos ya tienen problemas para ubicar a España en el mapa, imagínense Cataluña. "Debe estar más allá de México", debían pensar.

Torra intentó hacerse el simpático poniéndose a la altura de Martin Luther King y situando al Procés al nivel de la lucha por la igualdad racial que se vivió en Esados Unidos en las últimas décadas del siglo XX. Pero nadie le compró el discurso. Le escucharon con educación y a otra cosa mariposa. No dejó huella.

Una charla para un máster postgrado... y nada más

El director del Instituto Martin Luther King, Clayborne Carson, se ha desmarcado de Torra y ha querido dejar bien claro que no ha pisado su instituto. Y la conferencia que debía dar allí se convirtió finalmente en una charla para un máster postgrado de consumo local y que nada tuvo que ver con una conferencia de gran impacto internacional que hiciera temblar los cimientos del españolismo, que ese era en realidad el objetivo.

Sergio Sanz, de Ciudadanos, pidió explicaciones a Carson, tal y como informa Crónica Global. La respuesta no pudo ser más esclarecedora: "yo sólo le invité a participar en un seminario que imparto: De los Derechos civiles a los Derechos humanos”, aclarando que en ningún caso el escenario iba a ser el Instituo Luther King. Además, "la invitación no se había cursado para dar un apoyo a la independencia de Cataluña, sino que se fundaba en diálogo que tuve con el presidente Torra sobre la dificultad de reconciliar los sentimientos nacionalistas con el ideal universal de los derechos humanos”.

Un catalán constitucionalista entre los alumnos

Para desgracia de Torra, entre los alumnos de Stanford presentes en su charla se encontraba un alumno catalán diametralmente opuesto a los postulados separatistas que vendió el maquiavélico Torra a su audiencia.

Pero no fue el estudiante catalán constitucionalista el principal escollo que se encontró Torra. Tuvo que lidiar con la presencia del cónsul general de España en San Francisco, que no estuvo dispuesto a pasarle una, dejando en evidencia todas y cada una de sus sentencias. Diego Muñiz Lovelace le reprochó ante todos que su pidiera la mediación internacional para un problema interno que debe resolverse internamente y que considerara la independencia de Cataluña como un derecho fundamental que no está contemplado en la Constitución española. Muñiz le informó a Torra que el gobierno español está abierto al diálogo "dentro de los límites de la Constitución", como en cualquier país moderno y civilizado.

Dejó a los estudiantes perplejos

Torra se fue de Stanford con el rabo entre las piernas y sin cumplir su objetivo. Nadie se acordará de su perorata independentista. Aunque seguramente sí habrá dejado huella en los sorprendidos estudiantes que asistieron a su miting, que todavía deben estar preguntándose qué tienen que ver los derechos humanos con el anhelo de destrozar la unidad de un estado democrático.