Le ha faltado tiempo al Govern de Torra para rescatar a la hermana de Pep Guardiola, que se había quedado en paro tras el cierre de las embajadas catalanas a raíz del artículo 155.
Francesca Guardiola, la hermana del entrenador del Manchester City, firmemente comprometido con el Procés y los golpistas encarcelados, vuelve a estar en el candelero después de su cese como responsable de la delegación (embajada) catalana en Copenhague.
Rajoy la puso en la calle
No cambiará mucho de aires, Torra la ha enviado a la misma zona como delegada de Cataluña en los Países Nórdicos, con sede ahora en Estocolmo. Es decir, que el artículo 155 no ha servido para nada y todo sigue igual.
Como su hermano, Francesca es una activista convencida del movimiento separatista catalán, del que ha podido vivir plácidamente hasta que apareció Rajoy con el 155 acabando con su bicoca en Dinamarca.
Francesa es licenciada en Filologia Catalana y tiene un màster en Gestión Cultural por la Universidad de Barcelona y la City, University of London. En su momento fue directora de Relaciones Institucionales d’ACCIÓ y también de Relaciones exteriores en la Secretaría de Asuntos Exteriores de la Generalitat.
Decabalgada por el artículo 155, la hermana de Guardiola fue reubicada en la Oficina de Acción Exterior y Relaciones con la UE en el Parlamento de Cataluña, donde ha ejercido como funcionaria desde 1985. Es decir, un sueldo más a distribuir del dinero público que no se destina a Sanidad ni a Servicios Sociales y sí a la apertura de embajadas y propaganda exterior.
Pero como premio a los servicios prestados, el Govern se ha acordado de ella (y de sus hermano) con la apertura de seis embajadas en los países Bálticos, países Nórdicos, Mediterráneo, Balcanes y Portugal. En el sorteo de cargos entre los amigos, a ella le han tocado los Países Nórdicos. Con la remodelación de las embajadas Cataluña tendrá delegaciones en Lisboa, Zagreb, Estocolmo, Viena, Riga y Beirut.
La hermana de Guardiola cobraba 80.000 euros
Y que no decaiga. A los amigos hay que premiarles con un buen sueldo y unas vacaciones pagadas mientras los médicos se manifiestan en Barcelona por la escasez de recursos que la Generalitat pone a su disposición, hasta el punto de conducir a Cataluña a la cola de España en cuanto a inversión pública en Servicios Sociales de España.
Francesca Guardiola fue nombrada en 2015 directora general del departamento de Relaciones Exteriores por Carles Puigdemont cobrando un sueldo de 80.589,54 euros al año. Sería bueno que la transparencia de Torra diera para informar a sus ciudadanos lo que les cuesta mantener a esta señora en Estocolmo...¿para qué?