Quim Torra ha reaparecido en La2 y Ràdio4 para cuestionar la Mesa de Diálogo organizada por el Gobierno central y los partidos independentistas catalanes. "No sirve para nada", ha dicho porque Pedro Sánchez no se aviene a negociar la autodeterminación de Cataluña.
También ha expresado Torra su sorpresa porque la CUP haya aceptado de ERC dos años de negociaciones con el Gobierno de España. Entiende que el partido radical independentista se ha bajado los pantalones renunciando a su histórico radicalismo intransigente. "Se han comido el marrón", ha dicho.
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Torra ve en la CUP un "cambio de estrategia política" aceptando lo que en otros tiempos hubiera sido impensable. La CUP le ha dado a ERC un margen de dos años para avanzar en el proceso de independencia con su negociación con España.
"Este concepto en política de la utilidad, de que ahora tengo que condicionar, tengo que estar, y bien, y si tengo que comerme el marrón de los dos años a cambio de conseguir no sé que... Hay un cambio de estrategia de la CUP", ha añadido.
"La Mesa de Diálogo no quiere hablar de independencia"
Curiosamente, Torra, durante su etapa presidencial, era un firme partidario del "sit and talk", urgiendo al Gobierno al diálogo con Cataluña. Ahora cambia de opinión, no cree en el diálogo. Y lo justifica recordando que él ya participó en esa mesa de diálogo junto a Salvador Illa, miembros de JxCat y ERC, entre los que se encontraba el candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès.
De aquellos encuentros, Torra sacó una conclusión: "Ya se nos dijo clarísimamente que el Estado no negociará nunca ni la autodeterminación ni la amnistía. Si la mesa de diálogo debe ser para hablar de esto y te han dicho que no hablarán de ello, ni aceptan tramitarlo en las Cortes, ¿para qué debe servir?".
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Torra, viendo los toros desde la barrera, ha pedido a los líderes independentistas que marquen una hoja de ruta clara y que "no se escondan detrás de una mesa de negociación, sabiendo que España es imposible que negocie".
De Aragonès ha dicho que puede ser "un muy buen presidente", aunque aún le recrimina que echó de menos su apoyo durante la gestión de la pandemia. Y ha manifestado que cree más en el Consell per la República liderado por Carles Puigdemont que en la Mesa de Diálogo en el objetivo de marcar el camino hacia la independencia de Cataluña. "Si no reconocemos este valor, dejamos el exilio en el aire. ¿Qué pasará estos dos años con la gente que tenemos en el exilio?", ha dicho.