JxCat ha roto todos los esquemas dando la presidencia de la Diputación de Barcelona al partido socialista (PSC). ERC no da crédito a la “traición” perpetrada por el partido del prófugo Puigdemont.
El supremacista Quim Torra ha tenido que salir al paso para intentar impedir el acuerdo. Y no es la primera vez que lo hace. Torra ya intervino el pasado 15 de junio personalmente para frenar el pacto entre JxCat y el PSC en el ayuntamiento de Santa Coloma de Farners. Todo vale en la Cataluña de los catanazis.
Nueva intentona de Torra para extender sus raíces
En esta ocasión el tiro le ha salido por la culata, y no ha podido interponerse, materializándose el acuerdo entre socialistas y golpistas para gobernar el ente público que más dinero reparte de España.
ERC ha criticado a los que han pactado “con los del 155”. Hipócritas. Los separatistas hicieron lo propio en el ayuntamiento de Sant Cugat del Vallés, aunque esta vez sólo los utilizaron para llegar al poder, ya que los socialistas no ejercerán el poder. (PSOE y JxCat pactan en la Diputación de Barcelona y se arma la de Dios)
Hipocresía y contradicción entre las filas de ERC
Quim Torra tendrá que aguantarse esta vez desde su poltrona viendo como PSOE y JxCat se reparten el pastel y colocan a sus amiguetes en los puestos claves para sus propios beneficios.
Duro varapalo para ERC, que se encuentra, como JxCat en proceso de reconstrucción, con falta de poder económico y con sus máximos exponentes en prisión por el golpe de Estado.