La economía es enemiga de la incertidumbre, el caos y el desgobierno en el que ha sumido Quim Torra a Cataluña.
Desde que Torra fue investido ‘president’ en mayo de 2018 gracias al dedazo del fugado Carles Puigdemont, las empresas siguen huyendo de Cataluña y trasladan sus sedes sociales lejos de la comunidad autónoma pésimamente dirigida por los separatistas.
La violencia de los CDR, a los que Torra anima a “apretar”, y la radicalización del propio presidente de la Generalitat, que apela constantemente a la secesión, alejan a las empresas de Cataluña y perjudican a la economía de la comunidad autónoma y a los bolsillos de todos y cada uno de los catalanes.
El balance de Torra: 1.000 empresas menos
Durante el año y medio que lleva Quim Torra amarrado a su puesto sin gobernar, 1.000 empresas se han marchado de Cataluña, según datos del Registro Mercantil.
Si a esta fuga le sumamos las más de 6.000 empresas que se esfumaron desde el inicio del ‘procés’ orquestado por Artur Mas, el resultado es claro: el independentismo hunde en la miseria a Cataluña.
7.100 empresas menos durante el 'procés'
Concretamente, 7.100 empresas se han fugado de Cataluña huyendo de la inestabilidad y el caos que los líderes independentistas han instaurado en la comunidad autónoma.
En 2019, entre otras muchas, Rolls-Royce Marine España, Logista Pharma, Affiliated Computer Services of Spain (Conduent), G-Star, Urru (holding de la familia Viñas Pich), Wenance Lending de España (Welp), Gym Services Online (GymForLess), el Grupo Industrial Alespri, Cementos Esfera (Lafarge), GE Energy Spain (General Electric) y Calicó SA han abandonado Cataluña en busca de estabilidad.
Algunas de ellas, empresas centenarias fundadas en Barcelona que se fugan para poder seguir con su negocio lejos de tierras catalanas.
Un fuga masiva que tendrá graves consecuencias en la economía catalana y afectará directamente a los bolsillos de los catalanes.