Los anuncios de gasto del Ejecutivo de Pedro Sánchez aumentan exponencialmente según trascurren los meses de esta legislatura del Gobierno socialcomunista.
Esto, ahora, se suma a las pretensiones del Gobierno catalán, personificado en Quim Torra, que quiere abandonar el sistema de aportación a los fondos de solidaridad del conjunto de regiones españolas.
Por esta última cuestión, según informa OKDiario, la Generalitat ha trasladado al Gobierno de Pedro Sánchez (a través de sus contactos bilaterales) la necesidad de que el sistema de financiación de las comunidades autónomas incremente sus recursos económicos cerca de 16.000 millones de euros.
Considerando que el 70% de la recaudación total que alimenta el sistema proviene de las empresas y particulares de la Comunidad de Madrid, estas pretensiones del gobierno independentista supondrían que la capital española aportara 11.200 millones de euros más de impuestos, supliendo las inversiones catalanas.
Doble castigo para Madrid
Por un lado, a los independentistas de Quim Torra les atrae esta subida de impuestos a la Comunidad de Madrid, ya que está siendo la gran beneficiada de la fuga de empresas de Cataluña por el movimiento independentista.
Con esta medida, Madrid frenaría considerablemente su crecimiento económico, y dejaría de atraer a aquellas empresas que buscan en la capital las ayudas fiscales y la seguridad jurídica que no obtienen en otras regiones, como sucede en Cataluña tras el desastre económico y jurídico del procés.
Por otro lado, esta subida de impuestos respondería al plan de los socialistas para 'castigar' a las regiones en las que gobierna el Partido Popular.
Y es que el plan del Ejecutivo central para los impuestos autonómicos, y en especial los madrileños, incluye impedir las rebajas de impuestos que el PP ha impuesto en sus comunidades, además de aumentar fuertemente el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales o Actos Jurídicos Documentados, entre otros. (Puigdemont monta un lío muy gordo en el Ayuntamiento de Perpiñán)
Además, Sánchez encontraría una vía de financiación para comunidades autónomas de su interés político, como es Cataluña.