A Quim Torra, el expresidente desobediente de la Generalitat, no le gusta la extrema derecha. La extrema derecha española, porque JxCat, su partido, representa los valores xenófobos, supremacistas y racistas de la extrema derecha catalana.
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El expresidente de la Generalitat Quim Torra ha reprochado hoy que haya quedado "evidenciada la sintonía entre la Fiscalía y la extrema derecha" tras ser procesado por la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 24 de Barcelona por no retirar de la fachada de la Generalitat la pancarta en apoyo a los presos del 1-O.
Persecución de la extrema derecha contra el independentismo
En un comunicado este martes, Torra ha considerado que la "extrema derecha continua ejerciendo de acusación popular en las persecuciones contra los independentistas".
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Según él, la decisión del Juzgado es un "nuevo paso represivo contra la libertad de expresión y contra los derechos civiles más elementales".
Ha asegurado que su procesamiento "demuestra la voluntad de marcar la agenda política y el calendario por parte del poder judicial, que se ha acostumbrado a intervenir en los asuntos propios de la política y la participación libre en los debates políticos".
Jubilación dorada sin dar un palo al agua
Según el auto consultado por Europa Press, Torra colocó una pancarta a favor de los líderes independentistas encarcelados condenados por sedición en septiembre de 2019 y no la retiró pese a la orden del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
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Torra sabía lo que hacía, y conocía las consecuencias de saltarse la ley. Aún así lo hizo, y ahora aprovecha la coyuntura para lanzar porquería contra la Justicia española. Era lo que pretendía con su inhabilitación. Y de paso ganarse una jubilación dorada sin dar un palo al agua.