Eduard Sallent es el nuevo jefe de los Mossos d´Esquadra. Se trata de un independentista, muy imbuido en la causa política del Procés, que forma parte del nucleo duro con el que se pretende afrontar a partir de ahora las relaciones con Madrid y las fuerzas de seguridad del Estado.
Su docilidad para prestar obediencia a las consignas políticas que le lleguen desde el separatismo le ha catapultado a lo más alto del escalafón de los Mossos en una ascensión meteórica sólo justificable por su adhesión a la causa de los que mandan en la consellería de Interior.
Eduard Sallent será el mandamás de los Mossos a partir de ahora. Llevaba el área de inteligencia de la Comisaría General de Información. O sea, estaba ya en un puesto clave. Y hace pocos meses era todavía intendente, por lo que la carrera ha sido meteórica: de ser cargo intermedio ha pasado, en un suspiro, a jefe del Cuerpo, algo inusual, según las valoraciones recogidas por El Confidencial dentro de los Mossos.
El conseller de Interior, Miquel Buch, ha destituido al comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Miquel Esquius, y lo ha sustituido por el hasta ahora jefe de Información del cuerpo, Eduard Sallent. Lo ha anunciado Buch este lunes en rueda de prensa en la sede de la Conselleria de Interior, donde ha agradecido el trabajo a Esquius y ha deseado "suerte" a Sallent.
Cuatro jefes diferentes en año y medio
Esquius fue nombrado hace diez meses sustituyendo a Ferran López, que asumió la jefatura de los Mossos durante la aplicación del artículo 155 de la Constitución cuando el major Josep Lluís Trapero fue cesado.
Buch ha señalado que se trata de un relevo que forma parte de la normalidad de los Mossos con el objetivo de avanzar en la "normalización" del cuerpo después de un periodo convulso por la situación política en Cataluña.
Ha afirmado que cuando fue nombrado conseller se planteó "una época puente" para hacer una transición hacia la normalización institucional de los Mossos y ha destacado que en estos meses se ha conseguido retomar esta normalidad y recuperar la confianza del cuerpo.
También ha asegurado que han logrado demostrar cuál fue el papel de los Mossos el 20 de septiembre de 2017 y el 1-O, y ha apuntado a los retos que se abren en esta nueva etapa: "Mientras vamos normalizando la situación tenemos otros retos que se nos ponen encima de la mesa", y ha explicado que quiere dar un nuevo impulso a la policía catalana.
Sallent es "la persona adecuada"
El conseller ha sostenido Sallent es la "persona adecuada" para asumir estos retos, ha ensalzado su "dilatada experiencia", ya que lleva 22 años en el cuerpo, y ha defendido que ha demostrado su capacidad de dirección en varias unidades.
Preguntado por si Esquius no era la persona adecuada para liderar al cuerpo, Buch ha dicho que no es que no fuera adecuado y ha tildado de excelente su trabajo al frente de los Mossos, pero ha asegurado que hacía falta un relevo y que confía en la capacidad de Sallent: "No quiere decir que uno sea mejor que el otro".
El nuevo jefe de los Mossos ha considerado que Esquius le deja una "organización en perfecto estado para poder atender los retos" que se presentan en materia de seguridad y que los Mossos han demostrado su profesionalidad y su fortaleza ante las dificultades que han tenido en los últimos meses.
Ha insistido en su voluntad de "pasar página definitivamente de las dificultades" que ha tenido el cuerpo y consolidar la normalización institucional del cuerpo.
Asimismo, ha asegurado que su prioridad es "sacar a los Mossos del debate partidista" y centrar la actividad de la policía catalana en la prestación de seguridad a la ciudadanía.
Sallent ha relatado algunas de las tareas que quiere desarrollar como jefe de los Mossos, como establecer la hoja de ruta de la policía catalana para fijar sus objetivos y prioridades, impulsar políticas de igualdad para incrementar el número de mujeres policías, afrontar los retos de la delincuencia especializada y los ciberdelictos, y luchar contra los delitos contra la libertad sexual, entre otras cosas.