Dicen que del amor al odio hay un paso y eso Belén Esteban y Toño Sanchís lo saben bien.
Los que un día fueran inseparables empezaron una batalla judicial en la que la de Paracuellos salió victoriosa aunque a día de hoy sigue sin obtener los resultados deseados.
Hace justo un año que Belén se encontraba inmersa en la batalla judicial que, según ella, le sería favorable y podría ver a Toño salir por patas del domicilio familiar.
Un año después el asunto sigue siendo complicado y pese a que la casa ya está a nombre de Belén, el desahucio a día de hoy todavía no se ha producido por lo que tanto Toño como su familia continúan viviendo en Villanueva del Pardillo.
Toño le pone las cosas difíciles a Belén
Han sido tres años de juicios y platós en los que ambos se han sentado para contar su verdad. Belén Esteban las tenía todas consigo de que era la clara vencedora e incluso así lo determinó el juez. Sin embargo, las cosas se han complicado para ella puesto que Sanchís seguía teniendo un as bajo la manga.
Pese a que el juez le ha dado la razón a la colaboradora de Sálvame, Toño debía indemnizarla, por lo que su casa salió a subasta.
Belén fue la última persona en pujar por la vivienda por la que acabó pagando 375.000 euros. A pesar de su última jugada, la de Paracuellos también tenía que hacerse cargo de la hipoteca, de la comunidad así como de las deudas. Por su parte, Sanchís, se declaró en quiebra por lo que Lorant S.L entró en concurso de acreedores imposibilitando traspasar el chalet de Villanueva del Pardillo por lo que Toño a día de hoy sigue viviendo ahí.
Todo desahucio ha quedado bloqueado debido al concurso de acreedoras al que está sometida su empresa paralizando, así, cualquier movimiento judicial.
La jugada de Toño
Puede que la subasta por la que pujó Belén se invierta y Toño podría tener todas las de ganar.
En este caso, sería la Lorant S.L la que pujaría de nuevo por el chalet con el fin de saldar deudas consiguiendo, de nuevo, hacerse con la propiedad de la casa.
La colaboradora de Sálvame, no se ha quedado quieta y también ha movido ficha y es que desde el juzgado nº2 de Torrejón de Ardoz comunicaba al juzgado de El Escorial la solicitud de desalojo.
Dicho desalojo podría producirse en los próximos días y es que Toño tiene un mes, desde la notificación, para abandonar el domicilio.
2020 es el año decisivo
El proceso legal, para bien o para mal, no tendría que alargarse más de estos 12 meses que vamos a empezar en poco más de una semana.
Belén tiene plena confianza en su victoria y se muestra optimista. "Todos los juicios los he ganado y ahora estoy esperando a que me pongan fecha en el juzgado para que él abandone la casa. Cuando le den una fecha tiene un mes para dejar la vivienda voluntariamente y si no, al día siguiente ejecutan el desalojo", señala.
"La alquilaré o la venderé porque yo no quiero vivir ahí", asegura haciendo referencia al destino que correrá la vivienda.