No ha hecho falta que reconozcan su delito, ni que se arrepientan de su conducta ni que presenten signos de arrepentimiento y propósito de enmienda para no reincidir. Ellos, los presos golpistas, tienen trato de favor. Entre Pedro Sánchez y Quim Torra se han propuesto alegrarles la vida y van saliendo de la cárcel uno detrás de otro.
La Junta de Tratamiento del centro penitenciario de Lledoners, en Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona), ha acordado permitir que el exvicepresidente del Govern y líder de ERC, Oriol Junqueras, y el exconseller Raül Romeva puedan salir de la cárcel tres días a la semana para trabajar.
Según ha informado la Secretaría de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la Víctima, les aplican el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario que permite flexibilizar el régimen en la cárcel, pese a que ambos están clasificados en segundo grado, el ordinario de privación de libertad, y con ellos ya son siete los líderes independentistas a los que se les aplica esta medida.
Sólo quedarán dos por salir
Junqueras y Romeva, condenados el 14 de octubre de 2019 a 13 y 12 años, respectivamente, por un delito de sedición por el Tribunal Supremo, podrán estar seis horas al día, tres días entre semana, fuera del centro penitenciario para acudir a trabajar.
Hasta ahora, habían obtenido el 100.2 el exconseller Quim Forn, con salidas de cinco días a la semana 12 horas y media para ir a trabajar; la exconsellera Dolors Bassa, tres días durante ocho horas para cuidar a un familiar, y el expresidente de la ANC y exdiputado de JxCat, Jordi Sànchez, que puede salir tres días 11 horas para voluntariado.
Asimismo, las juntas de tratamiento han aplicado el 100.2 a la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, tres días a la semana nueve horas para cuidado de un familiar y voluntariado, y el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, 9 horas y media cinco días por trabajo y voluntariado, mientras que no se les ha aplicado a los exconsellers Josep Rull y Jordi Turull, que pueden estar tranquilos porque o suyo está al caer.
La Fiscalía está en contra... de momento
La Fiscalía ya se ha posicionado respecto a la aplicación del 100.2 en el caso de Forn, Cuixart y Sànchez, oponiéndose a su concesión en los tres casos, ya que considera que se enmarca en un plan para otorgarles "de forma generalizada un régimen de semilibertad".
"En este plan, de otorgar de forma generalizada un régimen de semilibertad a todos los políticos condenados por la sentencia del Tribunal Supremo de fecha 14 de octubre de 2019, es donde, sin duda, se encuentran las verdaderas razones de la concesión del régimen flexible al penado, y no en razones tratamentales", afirmó en el escrito en el que se oponía al de Forn.
El fiscal recordó que la aplicación del 100.2 del Reglamento Penitenciario a un preso en segundo grado --el ordinario de privación de libertad-- "es siempre excepcional, exige una interpretación restrictiva, siendo requisito imprescindible que el programa de tratamiento no pueda ejecutarse de otro modo y que esté relacionado con la etiología delictiva".
En una comparecencia en la Comisión de Justicia en el Parlament este mismo jueves, el fiscal superior de Cataluña, Francisco Bañeres, ha apoyado la postura del fiscal de vigilancia penitenciaria y ha resaltado que para poder obtener beneficios penitenciarios se debe aceptar que se ha cometido el delito y que no se reincidirá, además de añadir que "no es frecuente en penas largas privativas de libertad propiciar estos permisos a tan pronto cumplimiento de la pena".
Sin embargo, el desembarco de Dolores Delgado en la jefatura de la Fiscalía y la luna de miel que vive Pedro Sánchez con Quim Torra pueden acabar en breve con la resistencia de la Fiscalía. A fin de cuentas, ya lo dijo Pedro Sánchez: "¿De quién depende la Fiscalía? Pues eso".
La cuestión es que ni Junqueras ni Romeva han cumplido una cuarta parte de su condena y ya disfrutan de trato de enchufados.
El Partido Popular, en su papel de principal fuerza de la oposición, ha puesto el grito en el cielo por el trato de favor que reciben los expolíticos catalanes. El PP considera que las salidas de Oriol Junqueras y Raül Romeva no son más que "los primeros frutos" de la mesa de diálogo que el Gobierno de España y el Govern catalán celebraron este miércoles en el Palacio de la Moncloa, dos delegaciones que encabezaron el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Quim Torra.
"Ya empiezan a verse los primeros frutos de la Mesa Bilateral entre Torra y Sánchez", ha asegurado el PP en un mensaje en su cuenta oficial de Twitter, poco después de conocerse que se van a producir esas salidas de la cárcel.
En parecidos términos se ha expresado el senador valenciano y portavoz de Justicia del PP la Cámara Alta, Fernando de Rosa. "Ya van produciendo efecto los pactos de la vergüenza de Sánchez", ha manifestado.
Por su parte, la diputada abulense Alicia García, portavoz de Derechos Sociales del PP en el Congreso, se ha pronunciado en similares términos en la misma red social. "El PSOE paga la primera factura de la mesa de ayer".
Casado: "Es la antesala del indulto"
Por su parte, Pablo Casado, ha acusado a Pedro Sánchez, de "claudicar" ante el independentismo catalán. "Es un tercer grado encubierto, la antesala del indulto por la puerta de atrás que preparan", ha escrito el líder de los populares en un mensaje en su cuenta personal de Twitter.
Casado ha advertido que el PP hará cuanto esté en su mano para que un "condenado por sedición" como el exvicepresidente de la Generalitat cumpla su condena, de 13 años de prisión por sedición en concurso medial con malversación en calidad de dirigente.