El trastorno de la postura es una deformidad en la columna que se produce cuando se curva en los planos frontal, de adelante a atrás, o sagital, de forma lateral.
Esta es una afección que según los síntomas establecidos en el paciente lo puede tratar un pediatra, neurólogo pediatra, quiropráctico o fisioterapeuta.
Y es que esta enfermedad afecta sobre todo a las personas adultas y ancianos, ya que la deformidad de la columna va creciendo confrome aumenta la edad.
La costumbre de adoptar una mala postura puede ser el primer paso para sufrir formación de escoliosis, hernias intervertebrales y otros trastornos.
Pero, ¿cómo detectar el trastorno de la postura?
La aparición de esta enfermedad se puede detectar algunas veces de un vistazo observando la protuberancia del pecho, la cabeza y los hombros caídos hacia adelante, un ángulo de inclinación excesivo de la pelvis, nalgas planas o desviación lateral del eje vertical.
Además, con la postura escoliótica la deformidad es diferente y se parece a la de un arco, ya que la cabeza está inclinada hacia un lado y los hombros, los omóplatos y los pezones están en diferentes niveles.
Dentro de estos posibles indicios, los traumatólogos pediátricos distinguen las siguientes deformidades:
-Espalda plana, delineado recto de todas las curvas fisiológicas.
-Espalda cóncava plana, se aprecia cómo la la curva lumbar aumenta, la curva cervical se suaviza y en la columna cervical hay cifosis (curvatura de la columna en dirección anteroposterior).
-Espalda encorvada, donde aumenta la cifosis torácica y se suaviza la curvatura lumbar.
-Espalda redonda, en la cual aumenta la cifosis torácica y apenas hay flexión lumbar.
-Espalda cóncava redonda, cuando las curvas cervicales y lumbares aumentan considerablemente.
-Postura escoliótica con la deformidad en el plano frontal.