Tiró por las escaleras a un hombre por llevar la bandera de España y ahora pagará las consecuencias

La justicia le condena a casi cuatro años de prisión por tirar por las escaleras a un manifestante

22 de Enero de 2023
Tiró por las escaleras a un hombre por llevar la bandera de España y ahora pagará las consecuencias
Tiró por las escaleras a un hombre por llevar la bandera de España y ahora pagará las consecuencias

El pasado 29 de septiembre de 2018 se celebró una masiva concentración en Barcelona por parte de los constitucionalistas para homenajear a la Guardia Civil y a la Policía Nacional por su labor el día que los dirigentes independentistas intentaron proclamar la República Catalana

A dicha concentración en la capital catalana acudió mucha gente, de forma pacífica, para dar las gracias las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado por su brillante actuación aquel uno de octubre. Sin embargo, los que también acudieron, pero para alterar el día, fueron los conocidos como 'CDR', la organización radical de los independentistas catalanes.

Fueron muchos los encontronazos verbales e insultos que lanzaron los CDR contra los allí presentes, aunque, por desgracia, en alguna ocasión se llegó incluso a las manos. 

Dos salvajes siguieron a un hombre que llevaba una bandera de España consigo y, cuando se disponía a bajar las escaleras del metro en la parada de Urquinaona, le empujaron, ocasionándole heridas de distinta gravedad. 

Uno de los dos CDR fue detenido, el otro sigue en busca y captura. Abel M.C., como se conoce al detenido, ha sido recientemente condenado a tres años y nueve meses de prisión por este acto. Además, deberá pagar 9.000 euros a la víctima. Ha sido condenado por el juzgado de lo Penal y la Audiencia de Barcelona lo ha ratificado.

La condena establece que el agresor actuó por odio y "animadversión hacia quienes muestran símbolos como la bandera de España". Es por eso por lo que se le ha condenado por delito por lesiones y alevosía, además de circunstancia agravante de actuar por motivos de discriminación por ideología.

Esta vez la justicia ha impartido algo de sentido común a un hecho deleznable, triste y que genera mucha rabia en la sociedad. Esta condena puede servir - y se espera que así sea - como toque de atención para aquellos radicales que crucen la línea roja.