Aunque los líderes del separatismo, ya sea catalán, vasco o valenciano, nos intenten vender que su movimiento es completamente pacífico no significa que lo sea.
Mientras los nacionalistas no reconocen nada que se distancie mínimamente de su discurso y proclaman día si y día también que todo lo que tiene que ver con España es fascismo y violencia, suceden hechos lamentables como los ocurridos ayer.
El gobierno central ya había previsto que se podrían producir incidentes y envió agentes antidisturbios a Valencia para evitar males mayores.
Los grupos separatistas valencianos instaron a la gente a través de las redes sociales a montar jaleo el Día de la Comunidad Valenciana, entre los grupos que impulsaron las protestas se encuentran el colectivo Arran, vinculado al partido político CUP, y grupos autodenominados "antifascistas".
El objetivo de estos grupos era que sus seguidores tomaran las calles para "hacer de Valencia la capital del antifascismo".
Los nacionalistas consiguieron entrar en la torre de la Catedral de Valencia y colgaron una pancarta con el lema "Fora Feixistes", pero la policía consiguió quitarla antes de que la procesión pasara cerca de ese lugar.
Las protestas habían sido organizadas por la asociación Acción Cultural del País Valenciano, y Obra Balear, que comparten la ideología independentista catalana, que se lleva queriendo implantar con dinero público en la Comunidad Valenciana e Islas Baleares desde hace años.