Hoy lunes 18 de abril se estrenan en España los dos últimos capítulos de ‘The last dance’, la serie documental de Netflix sobre el legendario exjugador de los Chicago Bulls Michael Jordan.
Tras los diez capítulos, podríamos decir que el comentario de Michael Jordan previo al estreno se ha cumplido:
“Cuando la gente vea esto pensarán que no soy un buen tipo para nada. Incluso me podrían considerar como un tirano. Bueno, yo quería ganar. Todo lo que he hecho ha sido para ganar y no me arrepiento de ello”.
¿Valió la pena? El mejor jugador de todos los tiempos lo tiene claro: “Definitivamente, sí”.
Agresiones a compañeros
‘The last dance’ ha desvelado las agresiones físicas de Jordan a compañeros como Will Perdue y Steve Kerr durante los entrenamientos.
Burrell, Hopson, King, Cartwright o Scottie Pippen sufrieron los insultos de Michael Jordan.
"Yo nunca fui un gran aficionado de Michael Jordan porque soy de Phoenix y me gustaba más Charles Barkley. Nunca me hubiera gustado jugar con él porque lo único que sabe hacer es anotar, me quedaría mucho antes con LeBron James que hace de todo", apunta el veterano Channing Frye.
Amistades peligrosas y otras adicciones
La exitosa serie documental de Netflix también ha sacado a la luz las amistades peligrosas del genio del baloncesto.
James Slim Bouler, traficante de drogas; o Eddie Dow, un prestamista de dudosa reputación que apareció asesinado; fueron relacionados con Jordan.
“Michael y yo. Nuestra adicción al juego... Mi grito de ayuda”, se titula el libro del empresario Richard Esquinas, que confesó que le había ganado a Jordan más de un millón de dólares apostando al golf.
El documental también habla del bullying que sufrió Jerry Krause, constructor de los Bulls, por parte del número ‘23’.
Los negocios por delante de todo
Por su parte, el expresidente Obama apunta la nula implicación política de Michael Jordan, que siempre ha priorizado los negocios.
El exceso de alcohol y su gusto por los puros son otros temas que salen a relucir en la exitosa serie documental.
En el mítico partido ‘Flu game’ Michael Jordan no estaba afectado por la gripe, sino por una intoxicación por una pizza en mal estado