Lesia, una niña rusa de 11 años, paseaba a su perro en un parque cercano a su casa en San Petersburgo.
Lesia iba sola porque sus padres consideraban que el vecindario era un lugar seguro. (El perro que nunca cerraba los ojos...¿por qué?)
La niña paseaba tranquilamente por un área poco transitada cuando un desconocido se acercó a ella con mala actitud y empezó a decirle groserías.
Su perro, un pitbull terrier llamado Terry, se dio cuenta de las malas intenciones del hombre cuando este cogió a Lesia por el brazo y la niña forcejeó con él.
Terry llevaba puesto un bozal, pero fue tal su desesperación que consiguió destrozar el bozal a mordiscos.
Entonces, Terry mordió repetidas veces al hombre en la pierna hasta conseguir que soltase a Lesia.
Al llegar a casa, la niña describió al agresor, al que la policía consiguió capturar. Era un hombre con varias denuncias por acoso infantil a sus espaldas.