Vinicius se ha destapado como el maestro de la metamorfosis esta temporada. Ha cambiado los nervios de cara a puerta por golazos cada jornada, y las dudas sobre su futuro por la certeza de que será uno de los grandes cracks de la próxima década. En Barcelona, el brasileño ha sido capaz de transformar las burlas y los menosprecios en auténtico pavor.
El Real Madrid y el Barcelona se enfrentan este miércoles en el primer Clásico del año, en las semifinales de la Supercopa de España. Un duelo para el que los blancos parten favoritos según las casas de apuestas y la mayor parte de la prensa (al menos la que no está cegada por el halo culé). Gran parte de ese favoritismo se debe a la irrupción de Vinicius esta temporada, pasando de ser un jugador interesante a una estrella mundial, por encima de cualquier jugador blaugrana.
Huracán
Vinicius lleva toda la temporada acumulando elogios, pero es que la irrupción del brasileño es de las que no se ven frecuentemente. 14 goles en todas las competiciones, cuando en sus tres anteriores años en el Madrid había marcado 15 tantos en total. Su sociedad con Benzema se ha destapado como la más letal del continente sumando 36 anotaciones entre los dos delanteros, una más que todo el Barcelona, que ha marcado 35 goles hasta la fecha.
Su doblete ante el Valencia fue la última muestra de lo motivado que llega el extremo al duelo contra el Barcelona. Vinicius es consciente que el eterno rival es el objetivo prioritario para todo madridista y se toma los partidos contra el Barcelona como algo más que un simple duelo. Además, cuenta con la motivación extra de haber sido el blanco de las burlas de los culés durante varios años, y ahora tiene la oportunidad de taparles la boca.
El brasileño siempre da el máximo cuando se enfrenta al Barcelona. Se ha medido a los culés en siete ocasiones, con un bagaje de cuatro triunfos, un empate y dos derrotas. En la temporada 2019/20, marcó su primer y único gol hasta la fecha en un Clásico después de mandar al suelo a Piqué. Este año, en el partido de la primera vuelta de Liga, volvió loca a la defensa retrató a los blaugranas con un partidazo en el Camp Nou. La grada le despidió con abucheos e insultos, muestra de la humillación que les había regalado.
Pavor azulgrana
El Barcelona sabe bien cuál es el jugador a vigilar durante el partido. Xavi es consciente que si no ata en corto a Vinicius, el brasileño se los llevará por delante y centra sus energía en crear un plan para tapar la banda. Sus opciones son limitadas, ya que el Barcelona no cuenta con defensas de primer nivel y el mejor de la plantilla está lesionado: Araujo. Xavi quiere que el central acorte los plazos de la recuperación para estar ante el Madrid, y el uruguayo ha viajado con el equipo a Riad.
Si Araujo no llega a tiempo para el partido de este miércoles, el elegido para tapar a Vinicius será Dani Alves, de 38 años. Una apuesta arriesgada que puede terminar en un suicidio deportivo. Umtiti, Lenglet o Piqué formaran la pareja de centrales que deberá asistir al lateral cuando quede superado. Vinicius ya tiene la lista de objetivos y se prepara para su último show ante el rival más especial.