Nuevo acto de provocación antiespañol en un ayuntamiento catalán. En este caso en el de Tarragona, en donde se ha humillado y despreciado la figura del rey de España Felipe VI.
Tarragona ha sido gobernada por un alcalde socialista, José Felix Ballesteros, desde 2007. Y en las últimas elecciones municipales también fue el candidato socialista el más votado. Sin embargo, Ballesteros saltó en favor del republicano Pau Ricomà después de un pacto cuatripartito de ERC, JxCat, En Comú Podem y la CUP.
Y al nuevo alcalde le ha faltado tiempo para dejar su huella separatista y antiespañola en el consistorio de una ciudad y su provincia que tiene más puntos en común con el constitucionalismo que con el separatismo.
Es conocido que dentro de la estrategia independentista, el mandamiento principal es ensuciar la imagen de la monarquía como primer paso para generar una idea negativa de una España de la que es necesario desconectarse.
"Nadie ha votado al Rey"
Y dentro de esta estrategia hay que entender la decisión del alcalde republicano de retirar el retrato del Rey Felipe VI, que presidía el salón de plenos del consistorio, por considerar su tamaño exagerado.
Y en su lugar ha colocado un gran escudo de la ciudad subordinando la presencia del Rey de España a un papel complementario y con un tamaño mucho más pequeño.
Y así ha justificado el cambio el portavoz del gobierno, Xavi Puig: “era un contrasentido que una persona que no ha votado a nadie tuviera un lugar tan preeminente en el salón del plenos” y que "en ningún caso podía tener una visibilidad superior a la del presidente de la Generalitat". “Lo que nos une a todos los tarraconenses es el escudo de la ciudad”, ha dicho.
El antiguo retrato descansa ahora en un almacen. Y el actual tiene el mismo tamaño que el de Quim Torra.
Pero hay más. El portavoz también ha dejado entrever que también en Tarragona habrá pancarta reclamando la libertad de los presos golpistas en el balcón del consistorio.