Dos mujeres ucranianas han alertado a la Cruz Roja que unas personas contactaron telefónicamente con ellas haciéndose pasar por voluntarios de la ONG y que las ofrecieron recogerlas en la estación de tren Joaquín Sorolla de Valencia para trasladarlas al sitio que estaba estipulado.
Las mujeres ucranianas han llegado a España huyendo de la guerra que desde hace tres semanas se está desarrollando en su país tras la invasión de los soldados del ejército de Rusia. Según Levante-EMV y Efe, las dos jóvenes ucranianas han sufrido este contratiempo al llegar a España.
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La Cruz Roja, que ha contactado con Efe, ha dejado claro que nunca contactan telefónicamente ni recogen a nadie, sino que establecen dispositivos de recepción en distintos puntos de España cuando se espera la llegada de varias personas procedentes de Ucrania para ofrecer orientación.
Una de las mujeres que llegó en uno de los trenes, extrañada por la situación, buscó al personal de Cruz Roja que había en la estación y les alertó de esta situación que le afectaba a ella y a otra mujer. De inmediato, se dirigieron a los agentes de la Policía Local para notificar lo ocurrido.
Fuentes de la Policía Local de Valencia han indicado a Efe que una de las mujeres ucranianas que han llegado a España fue contactada por teléfono por una mujer que se hizo pasar por voluntaria de la Cruz Roja cuando aún se encontraba en su país y le comunicó que la estaría esperando en la estación de tren.
Asimismo, la supuesta voluntaria de la Cruz Roja le explicó que, tras recogerla en la estación de tren Joaquín Sorolla de Valencia la llevaría a un alojamiento que no le especificó en ningún momento. Esa llamada extrañó a la refugiada ucraniana, que acudió a las autoridades policiales al llegar a España.
Las mafias, detrás de estas llamadas
El concejal de Protección Ciudadana, Aarón Cano, ha afirmado que este suceso evidencia que las mafias están aprovechando la "alta vulnerabilidad" de estas personas que huyen de la guerra en Ucrania para intentar explotarlas. Asimismo, ha señalado que van a estar "muy vigilantes" y "muy atentos" para que no se salgan con la suya.
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"Estas personas que llegan de la guerra vienen en una situación en la que cualquier presunta ayuda que reciban la van a coger con los brazos abiertos", ha explicado Aarón Cano, que se ha lamentado por el hecho de que las mafias se quieran aprovechar de la situación para "sacar rendimiento".