La portavoz de Junts per Catalunya en el Congreso de los Diputados, Laura Borràs, es la gran favorita para sustituir al presidente de la Generalitat, Quim Torra.
El expresidente Carles Puigdemont quiere que se ella la que se ponga al frente de la Generalitat de Cataluña cuando la justicia inhabilite a Quim Torra. (El zasca inapelable de Felipe VI a Laura Borràs)
La decisión de una jueza ha provocado que su prometedor futuro político se ponga en duda ya que podría estar inmersa en un importante caso de corrupción.
La titular del Juzgado de Instrucción 9 de Barcelona, Silvia López Mejías, ha solicitado la imputación de Borrás por favorecer la adjudicación de 18 contratos irregulares a un amigo, el informático Isaías Herrero, durante cuatro años.
Esto sucedió, presuntamente, mientras la portavoz de Junts per Catalunya en el Congreso permaneció al frente de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), dependiente de la Generalitat, entre los años 2013 y 2017.
Al ser diputada nacional y miembro de la Diputación Permanente del Congreso de los Diputados, será el Tribunal Supremo el que acabe decidiendo si existen indicios para investigarla por corrupción. (Bochorno total de Risto Mejide: ¡¡Permite que una prepotente Laura Borràs le deje en ridículo en directo!!)
El presunto delito de Laura Borràs
Tanto el Ministerio Público como la magistrada consideran que Borràs adjudicó a dedo contratos a su amigo bajo el parapeto de empresas falsas y por servicios ficticios jamás prestados.
Herrero, el beneficiario último, fue detenido en diciembre de 2017 por tráfico de drogas y otros delitos, como falsificación de moneda o defraudación en la factura de la luz.