Sorprenden a dos hombres en un prostíbulo y les pueden caer 30.000 euros de multa

Pese a lo que muchos piensen, no es un servicio de primera necesidad durante la cuarentena.

Sorprenden a dos hombres en un prostíbulo y les pueden caer 30.000 euros de multa
Sorprenden a dos hombres en un prostíbulo y les pueden caer 30.000 euros de multa

Parece que aún hay ciudadanos que no han comprendido que la cuarentena es esencial para erradicar de España el coronavirus cuanto antes.

Paseos en bici, vueltas innecesarias del camino al supermercado, o sacar al perro durante horas para tener una excusa para salir a la calle... de todo se han encontrado los cuerpos de seguridad del Estado mientras hacían rondas de vigilancia en todo el territorio español.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez, además, ha publicado una lista de aquellas necesidades, actividades y negocios que se consideran 'esenciales' en este confinamiento obligatorio, lo que permite que algunos negocios no cierren sus puertas a los clientes.

Es el caso de los supermercados, tiendas de alimentación, gasolineras... y según algunos, los prostíbulos.

Así ha pasado en el municipio de Orís, en Barcelona, donde una patrulla de paisano de los Mossos d'Esquadra se ha encontrado un prostíbulo abierto al público... y con clientes dentro.

Hasta 30.000 euros por incumplir la cuarentena

Este pasado miércoles, los agentes de los Mossos vieron, desde la carretera, que el club Nederland se encontraba abierto, y que había dos coches estacionados delante de ese edificio.

En el marco del dispositivo Oris, los policías autonómicos entraron en el local, y vieron que había dos chicas en el interior, acompañadas de dos hombres, de entre 40 y 50 años de edad. (¡¡Descerebrados!! Fornican en un fotomatón en plena cuarentena)

Rápidamente, los Mossos desalojaron el local y obligaron a su cierre.

Además, los hombres podrían enfrentarse a multas de hasta 30.000 euros por saltarse sin justificación el confinamiento obligatorio; por su parte, el establecimiento también será sancionado por abrir sus puertas al público durante la cuarentena, dado que no se entiende que sea un servicio esencial en estos momentos de crisis.