El independentismo catalán siempre ha tenido una última respuesta para todos sus contratiempos legales mirando a Europa. "¡A Europa vais!" Y siempre han esperado de Europa la comprensión que según ellos no obtienen del "represor" estado español. Pero Europa tampoco les hace caso. Ahora se lo vuelven a decir a la cara.
Europa no reconocerá un nuevo referéndum catalán
Lo de buscar en Europa la justicia que no recibe el independentismo catalán en territorio español se ha acabado. Al menos por lo que se refiere a los dichosos referéndums y el derecho a la autodeterminación.
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Europa se ha expresado con claridad. No reconocerá ningún referéndum a la brava. Si quieren recibir la bendición europea, deberán olvidarse de la unilateralidad y pactar lo que quieran con el Estado español y siempre de acuerdo con la Constitución.
La Comisión de Venecia, que ejerce de órgano consultivo del Consejo de Europa para asuntos constitucionales con el fin de facilitar el funcionamiento de las instituciones democráticas, ha aprobado una Guía para la Celebración de Referéndums.
La Constitución marca el camino de la legalidad
Y en ella se especifica con meridiana claridad que en el caso de Cataluña no puede celebrarse una consulta de este tipo si se produce fuera de la Constitución española. El texto aclara que un referéndum "debe cumplir con el sistema legal en su conjunto". O lo que es lo mismo: "No se pueden celebrar referéndums sin la Constitución o un estatuto o ley que cumpla la Constitución".
Por lo que respecta al anhelo de los partidos independentistas catalanes, Europa ha dictado sentencia. Si quieren organizar otro referéndum, tendrá que ser siempre ajustándose a la Constitución española.
Es decir, tendrán que someter sus intenciones al arbitro del Congreso y será el Congreso, con una reforma de la Constitución y una amplia mayoría, quien decidirá si la consulta puede producirse o no.
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Todo lo que no sea eso, lo que se decida de forma unilateral sin atenerse al redactado de la Constitución, no será reconocido por las instancias europeas. Es decir, el independentismo no encontrará en la Unión Europea ningún respaldo a sus caprichos separatistas.
Cada país debe resolver sus conflictor internos
Además, en su punto 13 esta nueva Guía deja muy claro que: “Pueden relacionarse con cuestiones territoriales, como la creación o fusión de entidades subnacionales, así como su secesión, en los raros casos en los que la Constitución nacional lo permita”. Es decir, sin reforma constitucional no puede haber consulta secesionista, tal como avanza Elliberal.cat.
Hasta ahora Europa no ha secundado ninguna de las decisiones unilaterales adoptadas desde Cataluña. Pero ahora define con más claridad su postura ante cualquier intento por saltarse la vía constitucional.
Europa opta porque cada país resuelva internamente sus conflictos particulares, como es el caso de la secesión catalana, que ya obtuvo en 2017 el rechazo de la Comisión de Venecia porque la consulta se realizó sin el respaldo de una mayoría parlamentaria cualificada.