Aunque existe una lista con las razas de perros "más peligrosas", lo cierto es que ningún perro nace siendo "malo" ni "agresivo" por naturaleza, por lo que la terrible fama de los Pit Bull es bastante infundada.
Si bien es cierto que los Pit Bull nacen con cierta tendencia a la agresividad, también lo es que cualquier buen educador no debería tener ningún problema en enseñar a su Pit Bull a canalizarla de forma correcta, por lo que, de convertirse en un perro agresivo, debemos plantearnos qué hemos hecho mal.
Los Pit Bull también son perros cariñosos y con un gran corazón; y si no, mirad el vídeo que os dejamos a continuación, que demuestra que no son demonios ni mucho menos, solo necesitan una buena guía...