Perros callejeros, luchando por tratar de sobrevivir en las calles, es muy duro de ver. Los perros son abandonados y no tienen a nadie que los quieran y les cuiden. En Argentina, en su capital Buenos Aires, hay un enorme problema con los perros callejeros. En todas las ciudades existen, pero en Buenos Aires el número es excesivamente elevado.
Uno de estos perros, era el flaco y famélico Hércules, que buscaba desesperadamente ayuda en las calles. Sentía que su vida iba en picado, nadie estaba dispuesto a ayudarle. Pero una preciosa mujer llamada Pía cambió su vida completamente. El 23 de diciembre de 2017, una amante de los animales, Pía, recibe una llamada de un amigo. Su amigo había visto un perro callejero cerca de su casa.
Cuando lo encontró, el pobre animal solo tenía piel y huesos y estaba echado en el suelo, si pelambrera, y sin brillo en los ojos. El perro estaba muy asustado y débil. De hecho, el perro era un puro esqueleto, y estaba tan famélico que no podía mantenerse de pie. Pía lo llevó al veterinario, pero no pensó que pudiera sobrevivir la noche. El veterinario le dijo a Pía que esperara un par de días y viera como respondía. Necesitaba cuidado las 24 horas. Sería un duro viaje para ambos. Durante los dos días siguientes, el perro no pudo comer y perdió aún más peso.
El animal luchó por su vida y no se rindió. Pía lo llamaba Hércules. Aunque Pía trató de hacer que el pobre cachorro comiera algo, no comió nada en los primeros días. Luchó como Hércules para recuperar la fuerza y seguir adelante. ¡Y poco a poco consiguió mantenerse en pie por sí solo!.
Hércules comenzó a correr por la casa de Pía, el brillo de sus ojos volvió de nuevo, se hizo más fuerte y le creció el pelo.Pía dice que Hércules es un perro muy tierno, como si le estuviera dando las gracias a ella. Cuando estaba listo para ser adoptado, Pía simplemente no pudo separarse de él y se lo quedó