Como todas las mañanas, un menor, de tres años de edad, cogía en Oleiros, A Coruña, el autobús escolar, de camino al CEIP Luis Seoane, donde cursa Educación Infantil.
Sin embargo, este pasado martes, el pequeño se quedaba completamente dormido durante el trayecto al colegio y, al llegar al centro, no bajó del autocar junto con el resto de sus compañeros.
Algo que habría sido relativamente normal y anecdótico... de no ser porque ni el conductor ni los monitores del colegio se percataron de que el menor permanecía en el vehículo cuando éste salió del colegio y puso rumbo a la nave de la compañía, donde el conductor aparcó el autobús y lo cerró... durante horas.
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Fue el siguiente conductor, responsable de la ruta de regreso a casa, quién se percató de que el pequeño seguía en su asiento; y es que, incapaz de quitarse el cinturón de seguridad, el pequeño había pasado toda la mañana sentado en su asiento.
La directora dimite ante lo sucedido
Por suerte, el autobús reunía las condiciones para que el pequeño se encontrase en perfectas condiciones, a pesar del susto de verse "abandonado" en el vehículo escolar.
Algo que no sirvió como excusa para la directora del centro, que ha acabado dimitiendo, obligada por la Jefatura Territorial de Educación.