Un estudio realizado por el Observatorio de Emancipación, del Consejo de la Juventud de España, ha determinado que el 2018 ha cerrado como el año en que menos jóvenes se han ido de casa.
Y es que tan sólo 19 de cada 100 jóvenes entre 16 y 29 años se han marchado del hogar familiar.
Cada vez es más difícil independizarse
Según el Consejo de la Juventud, los jóvenes deberían destinar el 90% de su salario para el alquiler de un piso en solitario.
"No es que en el 2018 se haya producido un desplome repentino de la autonomía residencial de la población joven de España, sino que culmina un proceso que arrancó en el 2009 y que, de una manera más o menos ininterrumpida, ha ido prolongándose hasta el día de hoy", indica el Observatorio.
Las cifras que ofrece este estudio son superiores en hasta "cuatro puntos porcentuales" que las que recoge la Encuesta Continua de Hogares (ECH) del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Tal y como refleja la tasa AROPE de la UE "la población entre 16 y 29 años es el colectivo en el que los índices de pobreza y exclusión son los más elevados". "Hoy en día no solo son menos las personas jóvenes que pueden llegar a establecerse en una vivienda distinta a la del hogar de origen, sino que, cuando lo consiguen, tienen más probabilidades de hallarse en situación de vulnerabilidad económica y social", indica.
El estudio, además apunta que después de que haya aumentado el empleo juvenil, la "temporalidad entre la población joven sigue siendo extremadamente elevada".
Los salarios han aumentado aunque esto es que más de cuatro de cada diez jóvenes trabajadores pertenece a dos de las categorías ocupaciones con las retribuciones salariales más reducidas: "ocupaciones elementales" y "trabajadores de los servicios de restauración, personales, protección y vendedores".