Santiago Solari llega al cénit de su carrera como entrenador sin haber superado los niveles anteriores. El argentino, deja al Castilla cuarto en Segunda B, su mejor resultado hasta ahora, aunque con la obligación de un ascenso que se ha quedado muy lejos los últimos años.
En su tercera campaña dirigiendo al filial, el técnico argentino venía mejorando resultados, aunque lejos de llevar al filial blanco a un buen nivel de juego y resultados como se presupone de un filial de equipo grande en la categoría de bronce.
Como decimos, en la presente 18/19 apenas había acumulado una derrota en diez partidos, aunque igual que el primer equipo, el filial también arrastra serios problemas con el gol que han lastrado algunos resultados.
Cristo, que actúa de delantero centro aunque es un volante ofensivo, lleva sólo dos goles en 668 minutos, uno cada 334'. Era el máximo goleador de la plantilla hasta que Vinicius ha aparecido con sus fogonazos y cuatro goles.
Dos años muy pobres que estuvieron a punto de costarle el puesto
Solari cogió al equipo en la 16/17, tras un año donde estuvieron a las puertas de ascender a Segunda A con Luis Miguel Ramis (cayeron en el playoff). Con el segundo asalto y el ascenso en mente, el equipo acabó 11º, aunque se le dio continuidad para volver a intentarlo en la siguiente.
Mejoró levemente el curso pasado, acabando 8º aunque muy lejos de tener opciones de playoff y de cumplir con los objetivos marcados. La decisión de destituirle era prácticamente unánime y Guti, que había dirigido al juvenil, iba a ser su relevo.
Sin embargo, a última hora, el club decidió darle una tercera vida a Solari, algo que provocó el enfado de Guti y su marcha a Turquía, donde ahora es segundo entrenador del Besiktas.
Hay más datos, Solari es el entrenador con un peor porcentaje de victorias en los últimos años en el Castilla. El argentino apenas alcanza el 37,2% de triunfos; Ramis registró un 60,87% y Zidane un 45,61%. Sólo Menéndez con un 38,6% se acerca a los números de Santiago Hernán.
Cosas de la vida, ahora Solari, pese a estar con el agua al cuello en má de una ocasión, es el entrenador del primer equipo y tiene ante si la oportunidad de su vida. Aunque el Madrid ha dejado bien claro que se trata de un técnico interino y con fecha de caducidad.
De momento, en su primera rueda de prensa, ya ha dado muestras de una gran confianza, asegurando que el equipo "irá a Melilla a jugar con dos cojones". Y visto los problemas que está teniendo el club para amarrar el relevo de garantías, no es descartable que Solari alargue su etapa de entrenador-puente.