Como si estuviéramos en el estado de terror nazi, Carles Puigdemont cambia a judíos por policias y el resultado es similar. Al cobarde político fugado le sabe mal que se utilicen vacunas catalanas para cuidar de la salud de los que "golpearon de forma salvaje a personas indefensas el 1-O de 2017".
El mensaje del odio y del rencor sigue presente en Carles Puigdemont, el mismo que envió a miles de personas a tomar las calles, siendo utilizadas como escudos humanos para exponerse a que los agentes defensores de la ley cumplieran con su obligación de salvaguardar la Constitución.
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Y no les ha perdonado que le impidieran materializar su golpe de estado. Así sobrevivie Puigdemont, fomentando el odio y la división. Sin ambas cosas habría quedado ya olvidado en el baúl de los recuerdos y mueve la cola para llamar la atención. En este caso zurrando desde las redes sociales a los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Mientras en la Generalitat se hacían los remolones, la Justicia española se ha visto obligado a llamarle la atención y obligarla a vacunar a policías y guardias civiles que, a diferencia de los Mossos d Esquadra, no han sido vacunados en Cataluña. Apenas un 3% frente a más de un 70% en los agentes de la policía autonómica.
Y eso no le ha gustado nada a Puigdemont, el del bananero Consell de la República que sólo existe en su imaginación y en la de los que le permiten vivir a cuerpo de rey a base de donaciones para obtener un DNI que no sirve para nada.
Denuncia ante la Eurocámara
Puigdemont ha calificado de "privilegiados" a los agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en un tuit publicado en su cuenta personal en el que lamenta que la Justicia obligue a la Generalitat a vacunarles, porque fueron "quienes agredieron ciudadanos al grito de '¡a por ellos!' continúan privilegiados y protegidos por el sistema español".
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Y tirando de demagogia barata censura que "los vacunarán pasando por delante de personas indefensas y pacíficas a las que golpearon de forma salvaje el día 1 de octubre de 2017".
Jordi Cañas, eurodiputado de Ciudadanos, ha anunciado que denunciarán ante el presidente de la Eurocámara "estas despreciables y abyectas palabras de Puigdemont, por incitar al odio, por despreciar el derecho a la vida de servidores públicos y por atentar contra su dignidad".