Sergio Ramos sigue sin renovar su contrato, aunque esto podría cambiar a partir de la próxima semana. El central sevillano agotará su estancia en el Bernabéu el 30 de junio de 2021, pero la voluntad para renovar es total. Tanto de Florentino Pérez como del propio Sergio Ramos. No habrá problema alguno.
René tira de campaña para hacer presión mediática, a través de sus periodistas más afines, pero lo cierto es que lo tratarán el presidente y el jugador, oficialmente, sin intermediarios de por medio. No hace falta. La relación es parecida a la de un padre-hijo.
La hoja de ruta de Sergio Ramos está muy definida en este sprint final de 2021 y tras toda la polvareda que desató, durante el parón de selecciones, al querer renovar a toda costa y firmar una extensión de contrato con el Real Madrid en sus tiempos y en sus condiciones.
Lo primero de todo pasa por clasificarse para la Champions League. Pasar de ronda es un objetivo totalmente capital y que deben cumplir, a rajatabla, los madridistas. No se imagina nadie al Real Madrid en la Europa League o quedando cuarto. Sería catastrófico.
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Pendiente de la rebaja salarial
Por ello, el capitán de Camas jugará ante el Borussia Gladbach y será el gran líder, en el campo, de la zaga madridista. Ganar a los alemanes y si gana el Inter… da el pase y les hace quedar como primeros de grupo. No habrá otro objetivo en mente. Tampoco para Sergio Ramos.
Una vez pasado el ‘tourmalet’, en el que también jugarán en el Di Stéfano contra el Atlético, sí que se podrá hablar de la renovación de Sergio Ramos. Será sobre la bocina, a finales de diciembre, con todo pendiente de un “OK” determinante: el de la rebaja salarial que se tratará a partir de la próxima semana.
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