Lo comentaba Antonio Romero en la Cadena Ser: "con el problema que están teniendo en la negociación para bajar los sueldos, que te venga un futbolista como Mbappé cobrando 36 millones por temporada, me parece que sería una bomba de relojería en el vestuario".
Habrá cola de jugadores ante el despacho de Florentino
Antonio Romero no va desencaminado. Florentino Pérez está avisado a través del capitán Sergio Ramos que si acaba concretando el fichaje de Mbappé, la nueva estrella será recibida con los brazos abiertos en el vestuario, pero él tendrá cola en su despacho de jugadores que no están dispuestos a rebajarse un euro de su contrato.
Y Florentino Pérez navega entre dos aguas. Por un lado sabe que la llegada de Mbappé puede desestabilizar el vestuario y que deportivamente puede relajar a los demás para que resuelva los partidos el que cobra más.
Y por otra parte, es de sentido común que los futbolistas piensen que si se pueden pagar sobre 200 millones de fichaje por Mbappé y aceptarle a él un contrato de 36 millones anuales, los demás también tienen derecho a las migajas, que en este caso sería conservar la cuantía de sus contratos.
El presidente blanco deberá ejercer de equilibrista. Mbappé está por encima de los demás, pero esto es fútbol, juegan once y la estrella necesita de la colaboración de los demás, porque él solo no puede ganar los partidos.
Y tener a la plantilla cruzada por el recorte en sus fichas que está negociando con los jugadores en los últimos meses no seduce nada al presidente. Florentino tendrá trabajo para introducir de buen rollo a Mbappé en el vestuario blanco.
Los jugadores del Real Madrid esperan en candeletas la llegada de Mbappé. Por lo mucho que puede aportar en el terreno de juego para devolver al Real Madrid a lo más alto de la elite europea y también por la mejora económica que pueda aportar al resto de la plantilla, que piensa que si hay dinero para Mbappé también lo puede haber para ellos.