Ser un buen catalán tiene un precio muy alto para los 'súbditos' de Puigdemont: engaña a pocos, pero le llenan los bolsillos

A pesar de su estrepitoso fracaso, el 'Consell per la República' consigue que el fugado de Waterloo viva como un 'marqués' en su escondite belga.

Ser un buen catalán tiene un precio muy alto para los 'súbditos' de Puigdemont: engaña a pocos, pero le llenan los bolsillos
Ser un buen catalán tiene un precio muy alto para los 'súbditos' de Puigdemont: engaña a pocos, pero le llenan los bolsillos

 Tras su fuga a Waterloo, huyendo de la Justicia española y de sus responsabilidades penales como artífice del procés independentista, Carles Puigdemont se vio en una complicada tesitura económica: y es que su precipitada salida de Cataluña conseguía 'salvarle' de la prisión, pero no podía prometerle un futuro esperanzador en Bélgica, lugar donde se esconde desde 2017.

'Crisis económica' del ex president de la Generalitat, unida a una brutal crisis de credibilidad por su fuga, que el líder de JxCat intentó solventar desde su refugio belga a través de la creación de una nueva institución: el Consell per la República, que él mismo lidera desde Bruselas.

Así pues, ante los ojos de sus seguidores independentistas, Puigdemont aseguraba que esta nueva institución, independiente de la Generalitat y por tanto, del control de la Constitucion española, lucharía por la creación de nuevas infraestructuras independentistas catalanas, así como por la representación de los intereses catalanes en el extranjero.

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Un proyecto en el que el ex president esperaba contar con el apoyo de cerca de un millón de catalanes que le ayudaran a "acabar entre todos con lo que ese día (el 1-O) comenzamos"... y con su economía doméstica.

Y es que esta institución de Puigdemont ofrece a los ciudadanos formar parte del Consell con una afiliación anual mínima de 20€, llenándose la cuenta bancaria de Puigdemont, según sus cuentas, con más de 20 millones de euros.

Un fracaso que llena los bolsillos de Waterloo

Sin embargo, pronto quedaba comprobado que las promesas de Puigdemont de crear una institución catalanista de gran envergadura no eran más que un nuevo 'farol' del ex president para conseguir vaciar los bolsillos de los ciudadanos catalanes.

Así pues, y a pesar de su insistencia, el ex president apenas ha conseguido contar con la afiliación anual de 102.000 independentistas catalanes, con la cuota mínima de 20€.

Un 10% de los afiliados que, a estas alturas, esperaba tener Puigdemont al servicio del Consell, demostrando que su poder político tras su fuga de España está en caída libre... pero no así su economía personal: y es que estos más de 100.000 afiliados 'sostienen' el alto tren de vida del independentista, que vive con todo lujo en Waterloo gracias a sus mentiras.

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En concreto, los cálculos muestran que el expresident fugado habría ganado más de dos millones de euros gracias a las afiliaciones a su Consell per la República, ascendiendo a los casi tres millones, si se tiene en cuenta los casi 600.000 euros que el independentista habría ganado con la 'venta' de los 'DNI catalán' ofrecidos por el Consell en formato digital (6€) y el formato fisico (12€).

Dinero que demuestra que, aunque Puigdemont haya dejado de tener relevancia política, y a pesar de que sus promesas de reconocimiento de la nación catalana no son más que mentiras que se creen unos pocos, esos pocos son suficientes para que el ex president pueda vivir con la tranquilidad de tener los bolsillos llenos, sin depender de ayudas o subvenciones de la Generalitat.