El organismo siempre busca la forma de autorregularse cuando está expuesto a cambios de temperatura. Sin embargo, no siempre la sensación de frío en las extremidades se debe a una bajada del termómetro en el ambiente.
Si la sensación de frío en los pies es algo puntual si que puede estar relacionado con una bajada de la temperatura exterior. En estos casos, el organismo realiza un proceso de vasoconstricción, limitando la irrigación sanguínea hacia las manos y pies y proporcionando mayor circulación de la sangre a los órganos vitales.
En este caso, se puede sentir una sensación inmediata de frío tanto en los pies como en las manos. El asunto cambia cuando esa sensación de frío en las extremidades inferiores es frecuente durante todo el año.
Si incluso los pies se enfrían en las épocas más cálidas del año, lo más recomendable es acudir a un médico para descartar alguna de las enfermedades que detallamos a continuación.
POSIBLES ENFERMEDADES
Entre las enfermedades que se manifiestan con sensación de frío en los pies está la mala circulación (trastornos vasculares y arteriales). También puede estar relacionado con un cuadro de diabetes.
La sensación de frío en las extremidades inferiores puede ser por problemas de tiroides, presión en las vértebras lumbares o esclerosis múltiple. En este último caso está acompañada de otros síntomas más significativos.
Es conveniente destacar que no todas las personas tienen la misma tolerancia al frío. Uno de los factores que influye es la grasa corporal, que ayuda a la termorregulación del organismo.
Las personas con una disminución importante del índice de masa muscular, como es el caso de las personas que padecen anorexia, pueden presentar sensación de frío constante.