El Ministerio de Sanidad ha asegurado en la tarde del lunes que no ha habido ningún fallecido en toda España por coronavirus en las últimas 24 horas aunque es una estadística poco creible.
La forma de contabilizar los contagios y los fallecimientos por coronavirus en España se ha convertido en un auténtico laberinto tras los constantes cambios del Ministerio de Sanidad. (La Union Europea desenmascara a Simón: Tenía información del drama que se le venía encima)
La pasada semana, el número de fallecidos bajó en 2.000 para subir al día siguiente 300 más, unos movimientos que desconcertaron a los ciudadanos españoles.
Ahora, el Ministerio de Sanidad ha comunicado que en las últimas 24 horas no ha fallecido nadie por coronavirus en España, uno de los países más afectados por la pandemia.
Mientras tanto, otros países como Alemania, Francia, Italia, Portugal o Reino Unido si que han comunicado decesos a causa de la enfermedad. De hecho, solo en el último de ellos han fallecido 111 personas en 24 horas.
España ha pasado de registrar 50 muertos hace ocho días a no tener ninguno. El brutal descenso de muertes en España se ha producido justo desde que Sanidad ha decidido cambiar la forma de dar los datos. (Esto decía Fernando Simón hace un año en Televisión Española. ¡¡No te lo vas a creer!!)
El engaño del Gobierno
Poco le ha durado el engaño al Gobierno liderado por Pedro Sánchez ya que Castilla-La Mancha, cuyo presidente es el socialista Emiliano García-Page, ha reconocido que cinco personas habían muerto en las últimas 24 horas en su comunidad autónoma.
Según ha informado la Junta en nota de prensa, tres personas han fallecido en Ciudad Real, una en Toledo y otra en Albacete. La cifra total de muertos en Castilla-La Manche por Covid-19 asciende a 2.977.
El Gobierno lleva tiempo buscando la fórmula para anunciar que no hay fallecidos en las últimas 24 horas. De esta forma, España se pondría a la altura de otros países europeos como Suecia, Suiza o Austria.
Sin embargo, ha sido un político socialista el que ha dejado en muy mal lugar al Ministerio de Sanidad y al Ejecutivo socialcomunista presidido por Pedro Sánchez.