La respuesta es si, se considera arte y además se pagaron 34 millones de euros en una subasta de la casa Sotheby's de Nueva York.
Y es que es el precio que alcanzó la obra de Barnett Newman (1905-1970) 'Onement VI'. Para los críticos artísticos es "un portal a lo sublime", aunque tampoco han faltado las críticas.
Algunos señalan que es una obra al alcance de cualquier persona con unos mínimos conocimientos de pintura. Y es que el Arte es tan único que es incapaz de poner a todo el mundo de acuerdo.
Newman (1905-1970) solo realizó ocho pinturas monumentales y solo se habían expuesto hasta el momento en museos. Por eso, el hecho de que se ofrezca en el mercado de subastas, Barnett Newman fue uno de los totems del expresionismo abstracto, pese a que siempre rechazó la pincelada expresiva de sus colegas.
Los suyos eran colores lisos que darían lugar a lo que conocemos como la «abstracción post pictórica» y el minimalismo. Hijo de inmigrantes polacos, Newman comenzó su carrera como profesor de arte para ganarse la vida.
Sus primeras obras fueron surrealistas, pero las acabó destruyendo tras una profunda crisis profesional que lo hizo retirarse de la pintura unos años. A los 43 años la retomó de nuevo, pero con un estilo renovado, más abstracto, rompiendo totalmente con la tradición europea.
Un buen día descubrió lo que sería su estilo. Newman colocó en medio de una superficie de color una cinta de pintor vertical. Su intención era quitarla, pero decidió pintar sobre ella. Nace así su famoso «zip» (banda) frente al drip (goteo) de gentes como Pollock.
Sus líneas verticales son una especie de firma que hace reconocibles sus cuadros. Según él, representaban «rayos de luz».