"Estaba intentando que un tiburón atravesara la bola de cebo cuando todo se oscureció y sentí una presión. Supe al instante que una ballena me había atrapado”, relata Rainer Schimpf, buzo de 51 años que había salido a fotografiar la vida marina.
“Contuve el aliento pensando en que iba a sumergirse y liberarme en las profundidades del Océano Índico", apunta Schimpf, que se encontraba con otros buzos en Port Elizabeth (Ciudad del Cabo, Sudáfrica).
“No tienes tiempo para tener miedo, tienes que utilizar tu instinto", confiesa el buzo, que se ha hecho famoso en todo el mundo.
"Cuando Rainer se movió hacia el cebo, de repente el agua se agitó, y supe con seguridad que algo iba a suceder, así que mantuve el foco de mi cámara hacia él. De repente, los delfines salieron disparados del agua, salió un chorro de agua blanca, apareció la ballena y lo devoró", explica el fotógrafo Heinz Toperczer, que se encontraba con su amigo cuando sucedieron los hechos.
Tras recorrer varios kilómetros, la ballena soltó al buzo ileso en una playa
Schimpf mantuvo la calma y evitó movimientos bruscos para que la ballena no se sintiera amenazada.(El médico que abusó sexualmente de 20 pacientes)
Finalmente, tras recorrer varios kilómetros, la ballena, que era una especie que no suele "devorar hombres", le soltó en la playa de la que había salido unas horas antes.
"Fue una experiencia interesante, me da una conexión con la ballena que no creo que nadie haya tenido, pero no lo volvería a hacer", ha confesado Rainer Schimpf, que salió ileso.