Golpe sonado de los Mossos d´Esquadra en el FC Barcelona contra la corrupción en el club azulgrana.
A primera hora de este lunes, una dotación de los Mossos d´Esquadra hizo acto de presencia en las oficinas del FC Barcelona para proceder a su registro de acuerdo con la investigación del juzgado número 13 de Barcelona por un presunto delito de administración desleal y corrupción entre particulares relacionado con el asunto de las redes sociales.
Bartomeu y su plana mayor, detenidos
A la espera de confirmación oficial, y como consecuencia de estas diligencias, han sido detenidos el expresidente Josep Maria Bartomeu, el antiguo CEO del club Óscar Grau, el responsable de asuntos jurídicos Román Gómez Ponti, y Jaume Masferrer, antiguo asesor de la presidencia.
El expresidente del FC Barcelona habría sido detenido en su propio domicilio, mientras que varios ekecutivos se encuentran aislados y desconectados mientras los agentes se dispopne a procesar y recopilar toda la información incautada.
Los agentes del Área Central de delitos económicos de la policía autonómica catalana han iniciado su trabajo a primera hora y prosiguen durante toda la mañana su minucioso análisis de la información registrada en los ordenadores del club.
El Barçagate
El origen del Barçagate nace de una investigación de Ser Catalunya por la que la empresa I3Ventures es contratada por la anterior junta directiva para lleva a cabo una monitorización de redes sociales en la que se descubren facturas troceadas para evitar los filtros de algunas comisiones del club y perfiles en redes sociales que atacaban la reputación de jugadores, expresidentes y otros personajes influyentes en el entorno blaugrana.
Se consideró probada la actuación de redes para mejorar la reputación de la junta directiva, aunque no se demostró que hubiese órdenes para dañar la imagen de jugadores como Messi, Piqué, Laporta, Víctor Font o Jaume Roures.
También se supo que la empresa I3Ventures no había terminado todos los trabajos por los que había cobrado. Los pagos a esta empresa se habían realizado con facturas inferiores a 200.000 euros para eludir el paso por la comisión económica y de transparencia del club.