En el Real Madrid sigue cayendo toda la toma de decisiones sobre Zinedine Zidane. Desde la directiva, oficialmente, se atienen a que las decisiones deportivas las toma el míster y ellos no se meten. Sí que hay cierto enfado con alguna de las mismas que suele realizar el técnico marsellés. La más destacada es la de Marcos Llorente.
Llegó al Santiago Bernabéu, de vuelta, prescindiendo de Marcos Llorente. Una decisión un tanto polémica y que iba acompañada, incluso, de más polémica: vendido al Atlético de Madrid por la propia decisión del futbolista de mantener su vida en la capital de España. A Zizou no le encajaba en sus planes.
Marcos venía de ser indiscutible para Santiago Solari y de ser, de hecho, el MVP en muchos partidos del Real Madrid. Ganó el trofeo de mejor del Mundial de Clubes, salvó al Real Madrid en varias rondas de Copa del Rey, dio juego, marco goles… El invento de Llorente no es de Simeone. El jugador ya era muy válido y solo había que ponerlo.
Zinedine Zidane se negó en rotundo y eso sigue pasándole factura al Real Madrid. La ilusión de ver a canteranos en el primer equipo quedó totalmente diluida con lo que hizo el entrenador galo. El míster señaló a Llorente, sin motivo alguno, y ahora brilla en uno de los eternos rivales: el Atlético de Madrid.
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Llorente brilla en el otro lado de la capital
Marcos Llorente volvió a marcar y salvó al Atlético de Madrid del pinchazo en Granada. Es uno de los líderes del líder de LaLiga y para más muestra… sus estadísticas: lleva 7 goles y 6 asistencias en Liga. Su polivalencia, además, es uno de sus fuertes. Juega como pivote, como lateral, como extremo o como delantero, pero siempre suma.
Se ha convertido en uno de los fijos de Simeone por su mérito sobre el terreno de juego y en el Real Madrid no dudan de él, salvo Zidane, dejando claro que en Valdebebas sería realmente importante. Lo tendrán que ver en el lado enemigo tras la decisión de Zinedine Zidane. No hay vuelta atrás.
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