Ayer domingo, once días después de su ingreso hospitalario a consecuencia de su aparatosa caída en el WiZink Center, Joaquín Sabina (71 años) abandonaba el hospital Ruber Internacional de Madrid.
El cantante, que tuvo que se operado de un hematoma intercraneal y ha permanecido seis días en la UCI, recibió ayer el alta y salió del hospital ayudado por el personal médico.
Sabina abandonó la clínica en coche, junto a su pareja, la fotógrafa Jimena Coronado.
Las únicas palabras que pronunció el cantante de ’19 días y 500 noches’ ante las preguntas de la prensa fueron: “muy bien”.
Mentolado en boca
Lo que sorprendió a todos fue que Sabina llevaba un cigarrillo en los labios, aunque no se trataba de un pitillo al uso, sino de un mentolado.
El cantante, que ha estado arropado en todo momento por sus hijas Rocío y Carmela y por su pareja, deberá seguir ahora con la recuperación en casa.
La fatídica caída del escenario del pasado 12 de febrero le provocó "un traumatismo de hombro izquierdo, torácico y craneoencefálico”.
Se desconoce cuando retomará la gira
Por el momento, se desconoce la fecha en que Joaquín Sabina retomará la gira que estaba realizando con Joan Manuel Serrat, que también ha seguido de cerca la evolución de su amigo en el hospital.
Tras su caída, Sabina prometió sobre el escenario del WiZink Center que el concierto se posponía para el 22 de mayo.