Peor noticia no podía haber tenido esta semana Zinedine Zidane: y es que la victoria de España contra Alemania en la Nations League traía consigo una mala noticia para los blancos: la lesión de Sergio Ramos, que acababa con el bíceps femoral derecho tocado.
Una lesión que apartará al necesario capitán de los blancos del césped, al menos, durante quince días, coincidiendo con dos de los enfrentamientos más duros a los que se tendrá que enfrentar el Real Madrid: el encuentro con el Villarreal en la Liga (sábado, 16:15), y contra el Inter de Milán en Champions (miércoles 25, 21:00).
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Pero no sólo la lesión es un pájaro de mal agüero para los blancos ante su próximo partido internacional: también los números juegan en contra del equipo de Zidane; y es que, de los últimos ocho partidos del Madrid en la Champions sin Ramos, los blancos han salido derrotados hasta en siete ocasiones.
Una mala noticia que deja al entrenador galo con un gran problema en su retaguardia, punto fundamental de sus estrategias en el terreno de juego.
La preocupante situación de la defensa de los blancos
A pesar de la fama merecida del Real Madrid de Zidane de haberse convertido en un "muro" contra el equipo contrario, actualmente el francés tiene un gran problema con su retaguardia, que la lesión de Ramos no ha hecho más que agravar.
Y es que Zidane solo puede contar, en plenas condiciones, con Marcelo y Mendy, los dos laterales izquierdos de la plantilla. Casi por descartados se dan Odriozola, aún trabajando al margen de sus compañeros, y Varane, con una ligera lesión en el hombro tras el Francia-Suecia.
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Dudas también generan Carvajal y Nacho, recién reincorporados de sus lesiones, así como Eder Militao, que vuelve tras permanecer apartado por haber dado positivo en coronavirus.
Eso sí, el vestuario ha dado un respiro de alivio a su entrenador: Benzema vuelve recuperado de la sobrecarga muscular sufrida en Mestalla, así como Hazar y Militao, que han dado negativo en coronavirus.