Las fiestas de la noche de Fin de Año suenen están muy vinculadas a la idea del desenfreno, alto consumo de alcohol y drogas, baile, etc. Incluso en esta entrada de año de 2022, en plena sexta ola de la pandemia del coronavirus, muchos son los que se han atrevido a celebrar la Nochevieja como en la 'antigua normalidad'.
Sin embargo, para un joven de 30 años de Murcia, esta Nochevieja ha sido muy diferente... acabando en urgencias debido a las heridas y mordiscos que él mismo se había hecho.
Tal y como ha trascendido en los medios de comunicación locales, el joven, cuya identidad se ha mantenido anónima, llegaba al centro de salud, trasladado por sus propios familiares, después de haberse autolesionado y en pleno estado de frenesí.
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Con sorpresa y espanto, los sanitarios comprobaron que el joven se estaba devorando a sí mismo, totalmente ido, gritando y lamiéndose las heridas que se había hecho, relamiéndose ante el sabor a sangre.
"El chico iba bajo los efectos de alguna droga, se provocó sus heridas, y su reacción era comerse su propia sangre [...] es un posible caso de droga caníbal" han explicado agentes policiales al diario El Español.
La droga, protagonista de otros terribles sucesos
Durante la atención sanitaria que se le practicó al joven, se observa al trabajador de seguridad del centro intentando calmar al joven, quien, con la mirada perdida, intenta zafarse de las manos que le sujetan, siendo necesaria la intervención de los policías para sujetar al chico y que los sanitarios pudiesen cuidar de sus heridas.
A pesar de lo impactante de las imágenes, no es la primera vez que esta peligrosa droga, diez veces más potente que la cocaína, se convierte en la responsable de un suceso atroz en España.
Así pues, las investigaciones policiales han señalado que la droga caníbal podría estar detrás del caso del caníbal de Ventas, el joven de 26 años que descuartizó a su madre en Madrid.
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"Es evidente que su conducta no era normal. Desconocemos que sustancia consumió, pero algún tipo de droga tomó" aseguran fuentes de la investigación.
Una vez más, desde las autoridades competentes se recuerda la peligrosidad de esta droga, que provoca taquicardias, palpitaciones e hipertensión, además de las alucionaciones que genera debido a la alteración del sistema nervioso, que puede llevar a una persona a autolesionarse e incluso lesionar a otros para 'comérselos' bajo los efectos de la droga.