Una de las formas de volar que más ha facilitado los viajes internacionales para todas rentas ha sido la incorporación de vuelos low-cost, cuyos billetes de avión, de coste reducido, son más asequibles por las economías más humildes.
Así pues, compañías como Ryanair o Vueling ofrecen vuelos más baratos a los clientes, con la condición de cobrar los servicios adicionales como la maleta de mano.
Sin embargo, la crisis del coronavirus podría afectar a estas compañías low-cost más allá de la cancelación de los vuelos en estos meses.
Y es que la Comisión Europea aún no ha manifestado cuáles serán las nuevas medidas aéreas para evitar contagios en un futuro, pero de entre las propuestas más sonadas están dejar parte de los asientos vacíos, para guardar la distancia de seguridad entre pasajeros, así como prohibir el equipaje de mano abordo.
Medidas que, de aprobarse, significarían el fin de las compañías aéreas low-cost.
Sin ingresos suficientes para mantenerse a flote
Michael O´Leary, consejero delegado de Ryanair, reconocia al 'Financial Times' que estas medidas de distanciamiento podrían significar el fin de su compañía.
"No podemos ganar dinero con el 66% de ocupación" ha afirmado, considerando "absurda" esta medida, y amenazando con que su aerolínea "no volará" con estas nuevas condiciones.
"El estado tendrá que correr con el coste de dejar esas filas vacías" ha decretado.
El director general de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Alexandre de Juniac, avanza que si estas medidas son aprobadas por la Comisión Europea, las compañías low cost estarán obligadas a aumentar sus tarifas en un 50% para "asegurarse un minimo beneficio".