Pedro Sánchez viajará a Estados Unidos del 20 al 24 de julio, en un "viaje de promoción empresarial y atracción de inversores", tal y como informan desde Moncloa, y tal y como se contempla en la agenda del presidente del Gobierno.
Un viaje que, tal y como aseguran fuentes gubernamentales a La Razón, estará centrado en la promoción "económica" del país; de tal modo, el presidente socialista desarrollará su visita en cuatro ciudades norteamericanas, estando cada parada enfocada en la promoción de diferentes aspectos económicos de colaboración entre España y Estados Unidos.
Así pues,Sánchez comenzará su viaje en Nueva York, donde visitará el centro financiero y se reunirá con grandes fondos de inversión; también está planteada una visita a Los Ángeles, promocionando el carácter audiovisual de España; en San Francisco, Sánchez promocionará las empresas digitales y start ups; posteriormente, en California, visitará la sede de Apple, gracias a la invitación personal de Tim Cook, consejero delegado de la empresa.
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Sin embargo, el socialista no hará parada en Washington D.C., por lo que, siete meses después de su llegada al Gobierno estadounidense, Joe Biden continuará sin recibir al socialista en la Casa Blanca.
Una relación "cálida"... pero sin contacto
"No hay intención de hacer ningún contacto político" han defendido en la Moncloa acerca del viaje del presidente a Estados Unidos, asegurando así que un encuentro con el presidente demócrata "no está previsto y no se ha intentado".
Una justificación con la que el Gobierno de España ha intentado negar que se trate de un nuevo desplante de Biden hacia Sánchez, evitando así que vuelvan a generarse los rumores de desencuentro entre ambos que se produjeron tras la "cumbre bilateral" prometida por el Gobierno en la OTAN, y que acabó siendo una breve conversación de apenas 50 segundos en los pasillos de Bruselas.
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Así pues, la ministra de Asuntos Exeriores, Arancha González-Laya, mantiene que aquel 'encuentro' fue una "primera toma de contacto" que fue considerada por Moncloa como "particularmente cálida y amable", desmintiendo así los rumores que apuntan a un incremento de tensión diplomática entre España y Estados Unidos.