Era un secreto a voces. Del contubernio que PSOE/Unidas Podemos y ERC están organizando para favorecer la investidura de Pedro Sánchez tenía que salir una medida de gracia para los presos golpistas del 1-0. Y la confirmación no ha tardado en llegar. Le va a salir cara la inverstidura a Pedro Sánchez.
Las juntas de tratamiento de las cárceles de Lledoners, en Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona), Puig de les Basses, en Figueres (Girona) y Mas d'Enric, en El Catllar (Tarragona), han propuesto para los presos condenados por el Tribunal Supremo por el 1-O la clasificación de segundo grado, el régimen ordinario de privación de libertad. (El PP catalán da por hecho que los presos saldrán ya y podrán reírse de la justicia)
Es la demostración de que los temores planteados por el PP estaban justificados. El tema formaba parte de la negociación entre PSOE y ERC y las primeras consecuencias no se han hecho esperar.
Amand Calderó, secretario de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la víctima de la Conselleria de Justicia de la Generalitat, ha avanzado que ahora el Servicio de Clasificación tiene dos meses para estudiarlo y ratificarlo.
Calderó ha reconocido que se ha producido un intenso debate en las juntas de las cárceles, que se han reunido hoy, sobre si clasificar en segundo o tercer grado el régimen de semilibertad que reclamaban los propios presos.
El mismo portavoz ha confirmado que en los tres centros se ha producido una votación que ha salido el segundo grado por mayoría. Y para todos. Desde el exvicepresidente Oriol Junqueras, los exconsellers Jordi Turull, Josep Rull, Quim Forn, Dolors Bassa, Raül Romeva, la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, el expresidente de la ANC Jordi Sànchez, y el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart. (Los presos golpistas ya se ven fuera de la cárcel y buscan trabajo)
Saldrán en enero
De momento, los presos no podrán pedir permisos antes de cumplir un cuarto de la pena, lo que supone como pronto a finales de enero para Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, los que llevan más tiempo en prisión preventiva. Además, para poder pedir permisos es necesario que antes el Servicio de Clasificación haya ratificado el segundo grado, una decisión que Calderó ha confiado en que será "ágil" pero que necesita un tiempo para trabajar este tema de forma individualizada.
Las defensas reclamarán el tercer grado
Sobre la aplicación del artículo 100.2 que permite flexibilizar el régimen penitenciario y salir de la cárcel para trabajar, Calderó ha dicho que hay que esperar a que se confirme la clasificación antes de plantearlo, que entonces dependerá de cada junta de tratamiento y del programa individual de tratamiento de cada preso si se plantea, y que es un artículo que no hay plazo para poder decidir aplicarlo. (ERC exige al PSOE que el 1-0 les salga gratis a los presos golpistas)
Este martes, las defensas de los dirigentes de ERC encarcelados ya previeron que se les aplicaría el segundo grado y anunciaron que lo recurrirían, y desde JxCat, su abogado, Jordi Pina, mostró el firme convencimiento de que la clasificación debería ser de tercer grado, un régimen de semilibertad.