En los últimos meses, y a pesar de las críticas y quejas de las asociaciones y familias de las víctimas de ETA, el Ministerio de Interior de Fernando Grande-Marlaska, a petición del Gobierno de España, ha trasladado a decenas de presos etarras a cárceles próximas al País Vasco.
Una aproximación que, sin embargo, no ha sido el único movimiento del Ejecutivo de Pedro Sánchez para conseguir el apoyo incondicional de los nacionalistas vascos: y es que, esta última semana, el socialista sorprendía a la opinión pública concediendo una de las premisas históricas del Gobierno vasco: el control sobre las penitenciarías de la región.
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Así pues, será el lehendakari, Iñigo Urkullu, el responsable de las prisiones vascas, centrándose sus primeros objetivos, según ha asegurado OkDiario, en excarcelar a los presos de la banda terrorista ETA.
A pesar de que la decisión final sobre estos beneficios penitenciarios la tomará un juez, será el Ejecutivo regional dirigido por Urkullu quien emita los informes favorables para la excarcelación de estos presos, los cuales serán valorados por los jueces. Un poder que hará prevalecer el nacionalismo político del PNV sobre los radicales como EH Bildu.
Reinserción laboral a los etarras en plena pandemia
Pero el traslado y la posterior excarcelación de los presos de ETA, en fase de finalización, no es el único pacto que podrían haber alcanzado el lehendakari con el Presidente del Gobierno
Y es que, tal y como asegura el citado medio, Sánchez y Urkullu habrían diseñado ya un plan de reinserción para los etarras presos, que incluiría el logro de trabajo para los terroristas a medida que vayan saliendo de prisión, asegurándoles un empleo al salir de la penitenciaría, y en plena crisis económica provocada por el Covid-19,
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La única condición para acceder a estas 'ventajas' planeadas por los dirigentes será que los presos hagan "autocrítica" de sus actos; un nuevo gesto de 'arrepentimiento' formal por parte de los etarras que les proporcionará un empleo, y presumiblemente, tal y como se ha filtrado, una posible asignación de vivienda social.