Los independentistas condenados por el procés independentista de 2017 han recibido, hace apenas una semana, el indulto del Gobierno de España. Una medida de gracia que les ha permitido salir de prisión, y retomar el discurso secesionista desde las plataformas de su formación política, aunque no retomar su actividad ejecutiva, ya que la inhabilitación permanece activa en todos ellos.
Una condición que ha hecho reactivarse, a su vez, la mesa de negociación entre el Gobierno de Sánchez y la Generalitat de Pere Aragonès, que comenzarán su diálogo de la "concordia" política a partir del mes de septiembre, en la que el president republicano buscará el referéndum acordado para la autodeterminación catalana.
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Sin embargo, los republicanos no son los únicos que ya plantean el siguiente paso forzoso de Pedro Sánchez: y es que Carles Puigdemont y los demás fugados independentistas esperan poder aprovechar la situación para convencer al presidente socialista de nuevos compromisos.
En concreto, Carles Puigdemont, Toni Comín, Marta Rovira y Anna Gabriel intentarán presionar, desde JxCat y desde su posición como eurodiputados, para que Sánchez ofrezca indultos a los fugados a Waterloo, que podrían asi volver a España sin poder ser juzgados desde Justicia.
Los indultos, el primer paso a seguir de Puigdemont
El discurso oficial de Òmnium, así como el de JxCat, habla de conseguir una amnistía oficial para los más de "3.000" represaliados independentistas que sufren la persecución por parte del Ejecutivo español.
Para Puigdemont y lo suyos, sin embargo, el primer paso es el indulto de Sánchez, seguido de una retirada de las órdenes de extradición que pesan sobre ellos, recuperando por completo así su libertad de movimiento.
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De momento, la única posibilidad de que el independentista de Waterloo consiguiera obtener la medida de gracia sería que voluntariamente se entregara a la Justicia española, siendo procesado con la nueva regulación del delito de sedición que prepara Sánchez; circunstancia en la que el presidente socialista no podría negarse a otorgar el indulto.
Sin embargo, actualmente, Puigdemont únicamente se plantea conseguir su 'perdón' a través de la vía judicial, amparándose en el Tribunal General de la UE para que sean retiradas las euroórdenes del juez Llarena, al igual que sucedió con la anulación de la retirada de la inmunidad del Parlamento Europeo a los fugados.