Es como vivir en un sinvivir. No acaban una y ya se meten en otra. No recuperados del corte de carreteras y autopistas, con bloqueo de la frontera incluido, ahora nos dicen que los CDR han convocado este sábado un "bloqueo total" a las 11.00 horas en un total de nueve estaciones de tren situadas en diversos puntos de Barcelona.
En un apunte en la cuenta de CDR Cataluña, llaman a la ciudadanía a prepararse para "bloquear" y les cita en las estaciones de: Sant Andreu Comtal; Clot-Aragón; Paseo de Gracia; Sants; Bellvitge (Renfe); plaza Cataluña; Arco de Triunfo; Sagrera-Meridiana y Sant Andreu Arenal.
Además de aconsejar que se lleve comida, ropa cómoda y sin simbología, piden estar atentos a las redes sociales donde informarán de los puntos de salida y el lugar de llegada.
La minoría independentista impone sus caprichos por la fuerza
Pierden las elecciones (sólo el 42% votó a partidos independentistas) y se han propuesto imponer sus caprichos de minoría a la gran mayoría de catalanes que están hartos de vivir en una autonomía totalitaria en la que se impone por la fuerza la voluntad separatista de destrozar la convivencia.
Pasan los días y la indignación de la ciudadanía catalana va en aumento. Incluso los ciudadanos partidarios de la independencia empiezan a estar hartos de no poder acudir a sus centros de trabajo, a sus escuelas o universidades, de quedarse en casa en lugar de frecuentar zonas de ocio por miedo a lo que pueda pasar, estar hartos de tener que condicionar su vida a los caprichos de estos descerebrados.
Mañana toca colapsar el metro de Barcelona. Y pasado mañana Dios o Puigdemont dirán. ¿Qué culpa tendrán los ciudadanos para tener que pagar con sus incomodidades los desmanes de estos desalmados que no piensan más que en sí mismos y les trae sin cuidado lo que suceda a su alrededor?
Ha llegado el momento en el que el estado de derecho que es España imponga de una vez la ley en un territorio que vive al margen de ella.
Y todo esto ocurre mientras Pedro Sánchez no mueve un dedo para encontrarle al tema una solución. En Francia, esta semana, le han dado una soberana lección lanzando los gendarmes gas pimienta contra los alteradores del orden y limpiando de cuajo la autopista que los separatistas habían ensuciado para impedir la libre circulación entre España y Francia.
¡Qué fácil!