El plató de 'Sálvame' se convirtió ayer en una diana gigante con el rostro de Lydia Lozano. A Belén Rodríguez se le escapó la lengua al hacer públicos los problemas económicos de su compañera y a partir de ahí el programa se centró en su figura.
Concretamente Belén comentó delante de todos una conversación privada que Lydia había mantenido, fuera de cámaras, con sus compañeros. En ella aseguraba que quiere vender algunos de sus electrodomésticos que tiene en casa para hacer algo de caja ante sus problemas financieros.
"No está pasando por su mejor momento", aseguró Belén en plató. Lydia quiere vender su robot de cocina, pero no encuentra comprados, así que su compañera quiso airear el problema para ver si encontraban una solución, aunque a la colaboradora no pareció sentarle demasiado bien que se destapara su secreto.
Kiko Hernández, lejos de ayudar, metió más leña al fuego: "No entiendo que estés todo el día trabajando en la tele y ahora vengas a vender un robot de cocina", espetó. Mientras que luego fue cazado jugando al 'Candy Crush' mientras su compañera hablaba.
Lydia trataba de no entrar demasiado al trapo y mantener los papeles, aunque en un momento dado terminó por explotar: "¡No quiero venderla!”, exclamaba. “¡Ni vendo la thermomix, ni estoy arruinada!”.
Paz Padilla, la presentadora, también quiso unirse al debate y le preguntó. "¿Estás necesitada de pasta?”. Viendo que la pregunta no le había sentado demasiado bien a Lydia, trató de quitar hierro al asunto con una sugerente propuesta.
Así, invitó a todos los colaborades a traer al programa todas las cosas que tengan por casa y que no quieran para abrir una subasta e intercambiarlos.
Incluso el propio programa quiso poner un toque de humor a la escena lanzando una pregunta en twitter. "¿Deberíamos hacer una sección donde la reina de las mechas venda todo lo que no usa?".
¡EL RASTRILLO DE LYDIA LOZANO! ¿Deberíamos hacer una sección donde la reina de las mechas venda todo lo que no usa? #yoveosálvame
— Sálvame Oficial (@salvameoficial) 8 de octubre de 2018