Cataluña está colapsada por la intransigencia del partido de Carles Puigdemont, que lo quiere todo pese a no haber ganado las elecciones y no haber quedado siquiera segundo. Ante la situación de bloqueo, ERC ha mirado a la izquierda en busca de apoyo alternativo. Los comunes han respondido proponiendo la reedicion del antiguo tripartido presidido por Maragall, pero Illa sólo acepta este escenario si el presidente es él. Cataluña está abocada a unas nuevas elecciones tres meses después porque sus políticos no saben hacer política.
A Salvador Illa incluso le han propuesto no participar de un tripartito. Sólo le piden que ofrezca apoyo externo a un Govern en minoría de ERC y En Comú Podem que excluiría a la CUP y, por supuesto a JxCat. De todo este embrollo sólo sale una conclusión. Cataluña está abocada a nuevas elecciones apenas tres meses después de convocar a la ciudadania ante las urnas. Incluso hay fecha: a primeros de julio.
"Aragonès no puede presidir un Govern dividido y caducado"
La portavoz socialista en el Parlament, Alícia Romero, ha dicho: "Aragonès no puede ser la solución a los problemas del país. No puede volver a presidir un Govern dividido y caducado".
El PSC ha dejado clara su posición: sólo contempla un gobierno de izquierdas presidido por Salvador Illa, que a fin de cuentas es quien ganó las elecciones. Todo lo que no sea eso, será rechazado.
En el fondo, los socialistas ven en una nueva convocatoria de elecciones la posibilidad de ampliar y mejorar sus últimos resultados, dejando en evidencia a los partidos independentistas, que no se aclaran entre ellos y han demostrado que con ellos la Generalitat no es más que una jaula de grillos.
Sánchez ve la posibilidad de devolvérsela al PP
Las elecciones también son bien vistas en La Moncloa. Sánchez contempla ahí una oportunidad histórica de parar el golpe y la sangría que le han supuesto al PSOE las elecciones de Madrid. El escenario catalán le es más propicio y un triunfo holgado podría utilizarlo para extrapolarlo a toda España y calmar las encuestas. De hecho, los resultados del PP en Cataluña son diametralmente opuestos a los de Madrid.
Y por si quedaban dudas, la portavoz socialista ha dejado muy claro que desde su formación "no daremos apoyo a un Govern que persiga la independencia".
En una entrevista en La2 y Radio Cuatro, Alicia Romero ha matizado que "es ERC quien no quiere hablar con el PSC, es ERC quien firmó aquel cordón sanitario y si vamos a elecciones será porque ERC lo ha querido". Es el momento de pasar factura cuando JxCat le hacer la vida imposible a ERC.
ERC cuenta con el apoyo de los Comunes, que defienden la idea de un tripartito que les permitiría entrar en el Govern catalán como ya han conseguido en el gobierno central y en el ayuntamiento de Barcelona.
Pero no hay entendimiento y Cataluña marcha a paso ligero rumbo a la repetición de las elecciones con la esperanza de que uno de los tres grandes partidos pueda conseguir el apoyo electoral suficiente para imponer su criterio con más autoridad. El triple empate técnico del 14 de febrero va en contra de todos. Y para llegar a acuerdos hace falta un nivel negociador que no parece existir en este caso.