El líder de ERC Oriol Junqueras fue condenado en octubre de 2019 por el Tribunal Supremo a 13 años de cárcel por delitos de sedición y malversación.
Sin embargo, con la reforma del delito de sedición en el Código Penal que pretende llevar a cabo Pedro Sánchez, Oriol Junqueras saldría de prisión en 2024.
Si la reforma de Sánchez implica exclusivamente el delito de sedición, Junqueras no se librará de la condena por el delito de malversación (un mínimo de 6 años de pena).
En este escenario, con dos años de condena ya cumplidos, a Junqueras le sería concedido el régimen de semilibertad de manera automática, por lo que volvería a la calle si el delito de sedición es reformado, aunque no podría ejercer cargos públicos hasta 2024 (fin de la condena por malversación).
Sedición a la carta
“El Gobierno tendrá que crear una sedición a la carta, que combine en un mismo delito el uso de fondos públicos junto al impulso de un alzamiento tumultuario, si quiere conseguir una reducción de la condena que permita un rápido regreso de Oriol Junqueras a la política”, apunta El Confidencial.
La reforma legal que planea Pedro Sánchez tiene atemorizados hasta a algunos sectores del independentismo. Y es que en JxCat temen que la reforma del Código Penal permita a Oriol Junqueras presentarse en unos meses a las elecciones catalanas, que todo hace indicar que se avanzarán.
Delito de malversación, insalvable
Aunque parece imposible que Junqueras se libre de la malversación por mucho que Pedro Sánchez quiera liberarle. Y es que la sentencia del juicio del ‘procés’ asegura que Oriol Junqueras, Raül Romeva, Jordi Turull y Dolors Bassa llevaron a cabo una “consciente y voluntaria desviación de fondos” para publicitar el referéndum ilegal.