La ropa de montaña y los equipamientos para actividades al aire libre que están tratados con compuestos químicos per y poli-fluorados (PFC) proporcionan unas sorprendentes propiedades impermeables.
Este tipo de prendas son muy utilizadas en las épocas de otoño e invierno debido al frió y a las precipitaciones pero tienen una parte negativa.
Los últimos informes sobre los efectos de la contaminación por plástico en la salud de las personas y del medio ambiente han señalado que estos compuestos son muy perjudiciales.
Los PFC no existen en la naturaleza y se han hallado restos de estos compuestos por todo el planeta debido a este tipo de prendas diseñadas para las actividades al aire libre y la montaña.
No solo se han encontrado restos de PFC en el medio amviente sino también en animales que van desde los grandes cetáceos hasta los más diminutos y en las personas.
El dato más estremecedor es que los PFC aparecen en el 100% de las muestras de sangre que se analizan y su presencia se asocia a algunas de las enfermedades más graves.
Afecta a la reproducción
Uno de los problemas que destacan en estos informes es que los PFC afectan a la reproducción de los seres humanos y los animales.
Chubasqueros, anoraks, prendas anti-manchas, tiendas de campaña impermeables, paraguas que repelen las gotas o pantalones de esquí que no se mojan son algunas de las prendas que continen estos componentes.