Hace unas horas, frente a las costas de Escocia, ha tenido lugar un nuevo incidente militar entre Gran Bretaña y Rusia.
Cazas británicos Eurofigther Typhoon han tenido que interceptar a dos bombarderos rusos Tu-160 VKS que sobrevolaban un espacio aéreo muy próximo al Reino Unido.
Los aviones rusos, diseñados para atacar blancos enemigos situados en tierra o mar arrojando bombas sobre ellos o mediante el lanzamiento de misiles de crucero, se han visto forzados a abandonar la zona y se han dirigido hacia la costa de Noruega.
Esta es la información que ha dado el ministerio de Defensa ruso, afirmando que el vuelo seguía las normas internacionales y que los bombarderos estaban realizando unas prácticas habituales.
Lo chocante es que ésta no es la primera vez que se producen conflictos militares de este tipo durante los últimos meses.
Hace poco más de un mes, en septiembre, la fuerzas aéreas británicas descubrieron aviones rusos sobrevolando el Mar del Norte.
Ya entonces, el secretario de Estado británico para las fuerzas armadas, Mark Lancaster, apuntó que las fuerzas armadas rusas cada vez aparecen más a menudo.
Por su parte, Rusia ha anunciado prácticas de lanzamiento de misiles ante las costas noruegas, concretamente en la zona de la península de Makkaur, una zona que pertenece a aguas internacionales.
Actualmente, hay también alrededor de 50.000 soldados de los Estados miembros de la OTAN entrenándose en Noruega por si alguno de sus miembros se viera atacado.